viernes, mayo 28, 2010

Estela y Norma - Parte 1

Se conocieron cuando las dos eran maestras. A Estela los chicos la llamaban Oprobio, por una deformación de su apellido, Oroño. A esa altura, era todo un mérito uqe los alumnos conocieran la palabra “oprobio”, pero ella no notaba eso. Una tarde, en una reunión de maestros, Estela lloró por algo que no tenía importancia. Ese día, había encontrado escrito en el pizarrón su sobrenombre. No encontró culpables. Norma se había enterado del suceso y tras la reunión, intentó consolarla.
Estela era fea. No ese tipo de fealdad que encuentra asidero en alguna estética aventurera o de vanguardia, sino que tenía el tipo de fealdad que se asienta con la edad. Norma en cambio era muy bonita, bajita, rubia, con su cabello corto y sus ojos celestes. Los ojos celestes los había heredado su hijo menor, Emiliano, generando encono en Damián, su hermano mayor, quien además era más bajo y tenía un rostro corriente. Damián había encontrado su refugio en el rugby desde muy chico, lo que hizo que Emiliano recibiera palizas fraternales desde corta edad, y que Norma lo protegiera más que a Damián. Y el marido de Norma, prefería a Damián.
Estela era hija de una directora de escuela jubilada. Para ella, su hija nunca hacía nada bien y disfrutaba con las pequeñas torturas diarias. Si Estela de por sí no era agraciada, su madre se ocupaba de recordárselo. La Directora era demandante, siempre lo había sido, y ahora que estaba mayor, estaba aún más. Por suerte, no tuvo una vida tan larga.
Tampoco Ernesto, el marido de Norma, quien murió tres años después de que las maestras se conocieran.
Los chicos todavía eran chicos, y Damián, con quince años, se había refugiado en el rugby, tuvo momentos violentos y no habló con su madre por un mes.
Estela se fue a vivir un tiempo con ellos, para ayudar. Los padres de Norma, también. Estela se convirtió en la tía materna que Emiliano y Damián no tenían: Norma era hija única.
Después de tres meses de lidiar con trámites –la muerte de Ernesto fue sorpresiva-, sucesiones, y asuntos que resolver, echó a todos y se quedó sola con sus hijos. Accedió a que sus padres se mudaran cerca. Estela estuvo un tiempo enojada con Norma, por la manera brusca del desalojo, pero luego lo entendió. Además, tuvo que volver a su casa, con su madre, a quien había amenazado en mandar a un geriátrico si no le permitía irse ese tiempo a casa de su amiga,. De todas maneras, Estela volvía todos los días y le dejaba todo preparado y limpio, para que su madre no tuviera inconvenientes. O para que no le reclamara tanto cuando volviera.


Luego, la vida transcurrió. Norma dejó la docencia y pasó a ocuparse de los asuntos de su marido. No el estudio, claro, porque Ernesto era abogado. Pero los negocios que tenía y el espacio que compartía con colegas, contadores y afines, pasó a regentearlo Norma. Nunca la participaron de los asuntos importantes que se trataban, porque “la Señora no puede ocuparse de estos asuntos”. Le gustaba ver los contratos con su nombre: “Norma Merino Vda. De Braga”. Así uqe Norma y Estela participaban de cualquier curso que encontraran. Estela entró más en el mundo de señoras bien al que pertenecía Norma.
Su madre murió. No hubo velorio y sólo fueron al entierro Norma y Estela: el hermano de Estela vivía en Berna y no había querido poder volver a Buenos Aires. Se quedaría en Suiza lamentándose de la muerte de su madre varios años más antes de regresar a la Argentina. Francamente, no le importaba: la última vez que la vio había entendido por qué necesitaba miles de kilómetros para convivir en el mismo planeta que su madre.
Estela también se sintió liberada. Ese verano hicieron con Norma un viaje en crucero por el Caribe.
Damián y Emiliano se quedaron trabajando y estudiando. Damián, Contador Público y Emiliano, Administración de Empresas. Damián todavía jugaba al rugby y tenía una novia. Emiliano, salía con el grupo de amigos de la secundaria.
En el crucero, Norma coqueteó con un viudo. La relación duró un par de meses más. Estela sintió celos, se sintió desplazada y utilizó artilugios aprendidos de su madre para alejar a Norma del viudo.
Lo logró.

jueves, mayo 27, 2010

los calvos que no se resignan a serlo
se realizan entretejidos con su propio pelo
que maravillarían a las mismas arañas.

viernes, mayo 21, 2010

Ayer descubrí que además de los Bichopelusas, existe los bichopelos

La Srta. K. en la feria del Libro


Planté un árbol.

Adopté un Tamagochi...

y colaboré con un libro!!!!!!!!


Y me nombraron en la presentación en la feria del libro!!!!

Quiero decir, Carlos Ulanovsky me nombró.

Quiero decir, Carlos Ulanovsky, sentado junto a Daniel Rabinovich, me nombró.

Quiero decir, Carlos Ulanovsky, sentado junto a Daniel Rabinovich, me nombró, en la presentación del libro "Tato".


Quiero decir, que el libro uqe está publicitado en los subtes, tiene mi nombre.



No es Lo más de Zamora????????
Cuando bajamos del subte, me dijo "Ahora sé qué siente Stephen Hawking".

Cada vez que tengo que hacer un giro sobre una pierna, no puedo dejar de pensar en Homero diciendo "Moe, voy a matarte. Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!", mientras se sube al changuito de supermercado