Me resulta enfermiza la negación de la evidente inflación. De todos los males, me parece que la mentira a viva voz, en mi cara es de los que más me irritan.
Qué creen estos hombres y mujeres de estadísticas y lugares de poder que somos? O mejor dicho, ¿dónde piensan que vivimos? ¿O será que ellos son quienes viven en otro lado? De qué 0,...% hablan (o pretenden vendernos) si lo que hace dos semanas estaba a 3 pesos, hoy está a 8? En qué cabeza entra esa negación? Y en qué bolsillo..? Qué clase de gente es que cree que la realidad se define a partir de su discurso, cuando la praxis vital lo supera? Como un Gran Hermano orwelliano. Esto NO ES porque nosotros decimos que NO ES. Es tan siniestro!
Como la verdulería que está en la esquina de mi casa. Se empecina en tener el kilo de bananas a $4.- cuando es fácil conseguirla a $2,50.-
Cuando el caudal bolsillístico se resiente, en especial con las verduras, comienza la danza del reemplazo, como la falsa setenta, en la que abundan los seis de bastos y copas y donde un tomate es el siete de velo. Así caemos en la alienación de los calditos de sabor, uqe son productos sintéticos que intentan imitar el sabor de las verduras a las que ya no podemos acceder sin generar mellas en el presupuesto. Ya no existe ensalada criolla: ahora es saborizante criollo para cualquier preparación anodina, deseosa de una personalidad de antaño.
En breve, ingeriremos pastillas que además de la menta, vendran sabor polloconpapas, morronasado, moussaka o quichelorraine.
O no, porque nuestro dinero no alcanzará para comprarlo.
Entonces, nos deberemos conformar con cuatro raciones de gachas, que nunca supe qué eran, pero desde que soy chiquita y lo leí en un libro que comían los huérfanos, me parece bastante espantoso.
Qué creen estos hombres y mujeres de estadísticas y lugares de poder que somos? O mejor dicho, ¿dónde piensan que vivimos? ¿O será que ellos son quienes viven en otro lado? De qué 0,...% hablan (o pretenden vendernos) si lo que hace dos semanas estaba a 3 pesos, hoy está a 8? En qué cabeza entra esa negación? Y en qué bolsillo..? Qué clase de gente es que cree que la realidad se define a partir de su discurso, cuando la praxis vital lo supera? Como un Gran Hermano orwelliano. Esto NO ES porque nosotros decimos que NO ES. Es tan siniestro!
Como la verdulería que está en la esquina de mi casa. Se empecina en tener el kilo de bananas a $4.- cuando es fácil conseguirla a $2,50.-
Cuando el caudal bolsillístico se resiente, en especial con las verduras, comienza la danza del reemplazo, como la falsa setenta, en la que abundan los seis de bastos y copas y donde un tomate es el siete de velo. Así caemos en la alienación de los calditos de sabor, uqe son productos sintéticos que intentan imitar el sabor de las verduras a las que ya no podemos acceder sin generar mellas en el presupuesto. Ya no existe ensalada criolla: ahora es saborizante criollo para cualquier preparación anodina, deseosa de una personalidad de antaño.
En breve, ingeriremos pastillas que además de la menta, vendran sabor polloconpapas, morronasado, moussaka o quichelorraine.
O no, porque nuestro dinero no alcanzará para comprarlo.
Entonces, nos deberemos conformar con cuatro raciones de gachas, que nunca supe qué eran, pero desde que soy chiquita y lo leí en un libro que comían los huérfanos, me parece bastante espantoso.