miércoles, abril 28, 2004

Mi cuerpo me doblega, se rebela y me traiciona. Se alergiza y protesta. Me quiere sólo para él y se inutiliza para que no pueda utilizarlo. Y me inutiliza. Y me cubre de humores y malhumores que no me dejan respirar, que no me dejan dejar de pensar. Mi cuerpo ha tomado vida propia de mi propia vida.

lunes, abril 26, 2004

Me desluné. O debería decir desaluné? No, creo que no, porque igual voy a seguir estando alunada. Alunares.
Perdí mi luna y no sé dónde quedó. No dónde la dejé (ya imagino a sus comentarios de desorejaciones a sabiendas de mi amor por cierto caos), poruqe se fue. Me abandonó. Y no me preocupa, porque sé que en algún momento me voy a topar con ella a la vuelta de la esquina, abajo de algún mueble mientras hace buenas migas con pelusas y una capa discreta de Mme. Grèla.
Esperándome. Quizá probándome. Sabiendo perfectamente bien que nos toparemos en algún momento, a la vuelta de la esquina

sábado, abril 24, 2004

Una verdadera dama sabe cuando es el momento de cambiarle la yerba al mate.

martes, abril 20, 2004

Disfruto las deshoras y los desdías. Me encanta pasar la aspiradora a las ocho de la noche, limpiar la bañera a las dos de la mañana, trabajar los domingos y encontrarme con mis amistades a desayunar.
Me gusta y me provoca un placer extraordinario ir a contramano de los relojes y los calendarios.

miércoles, abril 14, 2004

Godbless a la felicidad en pomo de 250 cm3

Hay gente que nace con el don de vender. Y hay gente que, como yo, tiene la palabra PRIMO tatuada en la frente, siempre dispuestos a que nos hagan el cuento del tío y nos vendan hasta el último de los semáforos, con la total seguridad de que ese producto que nos están vendiendo, -quién osa decir vender-, este producto exclusivo que nos están ofreciendo para nuestro beneficio, nos hará mucho más felices de lo que somos.
Por ejemplo, yo soy mucho más feliz ahora que tengo una pequeñísima muestra de una crema de enjuague para cabello graso. Con cuán poco me conformo...

Fábula escheriana

Observaba tranquila un conejo blanco corriendo inocentemente hacia mis fauces de dientes afilados. Ya era tarde cuando me di cuenta de que esos dientes no eran míos y de que el conejito era yo.
Los días son pesados y lentos al moverse, y cuando se los mira a corto plazo, dejan una estela detras de ellos, a su paso por la cuarta dimensión. En cambio, los días vistos a largo plazo son lánguidos y veloces.
La mezquindad de los días de lluvia es sólo parecida a otro tipo de mezquindades de ocasión. La gente con paraguas camina siempre bajo los aleros. Los automovilistas hacen todo lo posible por pasar, -techados-, primero por las esquinas. Los automóviles, en particular los de gran porte, se esmeran en pasar tan cerca del cordón para evocar aquellas épocas del Camel Trophee, y de paso, recreándoles a los peatones aledaños las mejores escenas de "La tormenta perfecta".
La lluvia moja a la vez de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Lo primero en humedecerse son los pies y la cabeza.
Lo bueno, es, como todo, cuando a la cuarta o quinta gota uno logra entregarse, bajo la firme conviccion de que
a) adelante llueve como atrás
b) si encorvo la espalda lo único que se lograr es llegar más rápido a una contractura
c) uno es invencible frente a los demás, caminantes de azúcar que se acovachan en cada recoveco para salir aún más mojados.

lunes, abril 12, 2004

Felices Pascuas, la casa está en orden.

Milagrosamente, las discusiones que enmarcan cualquier viaje en auto desde mi casa, en horas matutinas durante los días festivos, con más de dos integrantes de la flía.; hoy se mantuvieron a raya y fueron intercambiadas por un canto coral y final, casi epifánico cuanto más nos acercábamos a nuestro destino de regreso, cansados, con los corazones y las barrigas contentos.

viernes, abril 09, 2004

Los moretones y las nubes se parecen en que con un poco de imaginación pueden ser figurativos. Yo, por ejemplo, en este momento estoy viendo un lago y la luna sobre él. Y no tomé ningún té raro.
Los artistas no se soportan entre sí por el alto grado de neurosis propia y ajena al que se pueden ver expuestos?
Quién demonios es Aída Luz, o dónde está la luz de Aída. Múltiples pesadillas circunspectas acechan su pasado, revuelven con su dedo de fantasmagoría la herida primigenia que causó la decisión. Fuegos irresolutos de silencio abarcan sus pensamientos de ira, muerte y ternura. Insondables son sus nudos en la madeja de hilo plateado.
Se presienten desde este momento, las inminentes fuentes que originen su placer.
Estaba a punto de realizar una diatriba respecto a la transgresiones como grupo, como sociedad, pero la verdad es que lo quería hacer purlagalerí, sin meterme a hablar de aspectos de la realidad argentina, inseguridad, etc.
Cuál es el espacio para hablar de las cosas más livianamente? Tal vez más tarde me descensure y escriba igual.

jueves, abril 08, 2004

Éramos las sábanas y yo. Y entre nosotras una película húmeda que permitía la decisión de firmeza en el abrazo, dejando fuera de juego a cualquier posibilidad de roce.
Hay mosquitos tan zarpados que, rozando lo vampírico, no sólo dejan ronchas rojas y pomposas, sino que también te estampan un tremendo moretón.

martes, abril 06, 2004

Tecla2

Si uso el teclado con un solo dedo, puedo hacer unos ritmos muy divertidos. En cambio, si uso muchos (nunca todos y menos a la vez) se parece más a la catarata que sale de un palo de agua. de esos que tienen cosillas dentro uqe los hacen sonar. Igual, todo depende del teclado. Este es muy blandito.
La tormenta me despertó a la madrugada con un guiño de luz y un susurro endemoniado

sábado, abril 03, 2004

Godbless a la miopía optativa. (Ojos que no ven...)
Eppurse Muove

Caos

La vi. Estaba frente a mí. El mundo se me vino abajo. Tan negra, tan firme, tan decidida. Tan grande. Hice un tour a velocidades cercanas a las de la Schumacher para conseguir un maldito insecticida. Y casi no había más.
Hacía unos instatenes nomás que se me ocurrió levantar la ventana. QUé peligro podría albergar una ventana abierta un sábado soleado? Ella. La antugua presencia de un invocador, de un protector contra bajas bestias -comunmente llamado fumigador-, me había tranquilizado. Pero también hizo uqe me descuidara. No estaba preparada para su presencia. Tan poderosa incluso patas para arriba y a medio agonizar que no permitía que me acercase. Que me hizo permanecer firme en mi lugar como una estalactita cuanto intenté -chancleta de mi padre en mano- matarla presa de una violencia contenida.
No fue posible, sin embargo acompañé cada uno de sus movimientos, de sus últimos estertores hacia la total finitud. Y ahora es una masa muy forme, muy grande, silente e inmóvil, pero poderosa como un rey muerto.
Aún no creo que esté muerta, que haya paralizado sus intenciones macabras de invasión. Y no voy a estar tranquila hasta que la quite de mi vista y restaure de esta manera el orden de mi mundo que ese gran insecto me quitó.

jueves, abril 01, 2004

little miss little miss little miss little miss can´t be wrong