miércoles, julio 30, 2008

Expiatorio

Lo quemó con el cigarrillo. No fue a propósito, pero el marido de su amiga le quemó el dedo con el cigarrillo. No fue porque su mujer y él se hubieran reído toda la noche, mientras el marido departía con el resto de la gente. Tampoco fue porque mientras se reían, se hacían propuestas indecentes en franco clima de camaradería, no. Ni siquiera la razón fue que cuando el marido contaba detalles íntimos, él ya los sabía. Fue un mero accidente. No se podía fumar, alguien empujó, el cigarro estaba prendido y le dejó una ampolla que le dura hasta el día de hoy.


martes, julio 29, 2008

Tradición


En la casa de mi abuela, en Italia, había un chiquero con glorieta, para que los cerdos tomaran el sol. Por la mañana les abrían la puerta para que anduvieran a su antojo y los alimentaban durante un año con verduras, frutas (menos cerezas) y mezclas de harinas. Les daban de comer todo el día, hasta que los  bichos se arrastraban hasta el comedero..

El primer día de Carnaval mataban a uno de esos animales y hacían comidas para toda la semana.  Y el postre. Mi abuela cuenta que gritaban, gritaban..

 

Postre de sangre.

 

Hay que tener mucho cuidado con la preparación de este dulce. Es necesario matar el cerdo cortándole el cuello y luego colgarlo para que la sangre drene.  El recipiente que reciba la sangre debe estar muy limpio y bien seco. Se recomienda utilizar una olla grande. Por otro lado, hay uqe evitar que se coagule, moviendo el cuchillo en el cogote del animal y revolviendo en la olla para que se mantenga líquida.

Una vez obtenido todo el líquido del porcino, se pone a hervir a baño maría, se le agrega azúcar, chocolate y nueces.

Se lo deja en el fuego -revolviendo constantemente- hasta que tomaba la consistencia de mermelada.

Exquisito!

 

Cuando mi abuela le contó a mi abuelo, a él le dio mucho asco. Pero poco después de casados, mi bisabuela lo preparó. Y el abuelo lo probó. Y le encantó.

 

sábado, julio 26, 2008

Déjeuner du matin

Il a mis le café
Dans la tasse
Il a mis le lait
Dans la tasse de café
Il a mis le sucre
Dans le café au lait
Et il a reposé la tasse
Sans me parler
Il a allumé
Une cigarette
Il a fait des ronds
Avec la fumee
Il a mis les cendres
Dans le cendrier
Sans me parler
Sans me regarder
Il s'est levé
Il a mis
Son chapeau sur sa tête
Il a mis
Son manteau de pluie
Parce qu'il pleuvait
Et il est parti
Sous la pluie
Sans une parole
Sans me regarder
Et moi j'ai pris
Ma tête dans ma main
Et j'ai pleuré.

lunes, julio 21, 2008

Soleá por bulería

Ese gitano es pa´ mi
Ay una escalera de vidrio
Por donde sube la pena
Por donde baja el alivio

domingo, julio 20, 2008

-Uy! Mirá los cosos esos! Están trabajando a full. Como hasta las diez de la noche, están.

El tipo no podía sacar los ojos del supermercado chino y el semáforo ya estaba en verde. Me impacienté y contesté por inercia. Ese hombre olía mal. No logré determinar a qué. Un olor a feo proveniente de su boca, eso era seguro. Hasta que por fin salí eyectada del taxi, en cuanto divisé la puerta de mi hogar, dulce hogar.
----

La mina está en la esquina, con tres valijas a su alrededor. El tipo la mira y presiente un viaje a Ezeiza. Le hace luces y se acerca. Ella se ve claramente alterada. Le hace señas al tipo para que le abra el baúl. El taxista baja del auto y se dispone a cargarlo. Una vez finalizada esa tarea, le abre la puerta a la mujer para que se suba. Ella saca un papelito y se lo da. Tiene una dirección.
-Van acá. Déjelas en la puerta si quiere. Es más, por qué mejor no se las lleva con Ud? Tome.
La mujer le da un billete generoso. El tipo no entiende mucho, pero Julio Argentino es seductor. Se lo lleva con él, así como el cargamento y sale raudo a cumplir con su misión.

sábado, julio 19, 2008

Crónica de una siesta

Tenía hasta las 19,10 para dormir. Y logré pegar los ojos a las 17,40. Ponele que entre el fr[io y el acurrucamiento, estuve un poquito más.

18,13 hs: Evanescence llega al país exclusivamente para expulsarme violentamente de la siesta. Trato de concentrarme fuerte fuerte en el sueño. Siento el frío todavía en los pies. Hay luz afuera. Yo, babeo la almohada. Checkeo y no, ya no me duele la garganta. Me aferro con uñas y dientes a lo que me queda de onírico. Intento ignorar la banda sonora. El corazón me late muy rápido. Quince minutos después, logro dormirme. Entre sueños logro determinar que eventualmente bajaron la música. Qué afortunada soy!

18,20: identifico una canción de Casi Ángeles. No lo suficientemente fuerte como para que merezca mi desvelo.

18,38 hs: Evanescence y su hitazo otra vez sonando cerca de mi tímpano. Sobresalto, corazón veloz. Que esa canción no la habían tocado ya? Ah, no, claro. Ahora tienen una invitada especial. La vecina que lo puso!!! Pero qué amor! Oh! Y vuelve a sonar la canción de Casi Ángeles pero en karaoke! Y ahora es Gilda! Qué maravilloso! Todos los grandes éxitos cantados por una digna hija de alguien que escucha Emmanuel. Los genes caminan, dice la abuela. Noto que he continuado babeando la almohada y que me da frío. No puedo respirar por la nariz. Mi sentido kitsch de la vida, continúa dormido, así uqe mi locura primigenia quiere adelantarse. “Bravo” como si fuera la mismísima María Callas y aplaudirla desde el balcón. Pero no puedo. Hace frío y yo estoy en remera. Pendeja desubicada. Y yo que en cualquier momento puedo estar loca. Si me animara… Imposible volver a los brazos de Morfeo. Ya… Ya entiendo por qué casi nunca estoy en casa. Haría cualquier barbaridad, pero…. Me preocupa la otra gente del edificio que nunca participa de nada.

19 hs: mi agendateléfono suena para avisarme lo uqe tengo que hacer a las ocho.

19, 07: me entrego mejor al regazo de Milagritos.

19,10: suena el despertadorteléfono. Pongo –a modo de dulce venganza- a Vinicius al mango.

Al final soy más buena que el pan con manteca.

No me quedan dudas

Si te cruzo, te recago a trompadas.


Te lo tenés tan merecido, que ni siquiera es necesario que me detenga un instante para explicarte por qué.



El Instituto Nacional de Salud para la Srta. K., agradece su lectura y difusión

domingo, julio 13, 2008

Admiro profundamente a la gente que sí se puede cuidar.

jueves, julio 10, 2008

Tres maneras de decir mi nombre

epicúreo,
(Del lat. epicurĕus).
3. adj. Entregado a los placeres.

hedonista.
3. adj. Que procura el placer.

sibarita.
lat. Sybarīta, y este del gr. συβαρίτης, de Σύβαρις, Síbaris, ciudad del golfo de Tarento, en Italia, célebre por la riqueza y el refinamiento de sus habitantes).
1. adj. Dicho de una persona: Que se trata con mucho regalo y refinamiento.

miércoles, julio 09, 2008

Perversión

Las letras me apasionan.
Los números me calientan.

Ñata

Me encantan los perfumes. Puedo pasarme horas en los supermercados oliendo los desodorantes y perfumes.
Donde trabajo ahora (como podrán haber leído antes) los perfumes están a la orden del día. Hasta la zona misma es más perfumada. Por eso me gusta subirme a un colectivo, alzar la nariz como un conejito olisqueando la hierba, moviendo las aletas y concentrar el mayor esfuerzo de todos mis sentidos en desarmar el espectro de olores y poder identificar la procedencia, asociarlos con momentos, con colores, con sueños.

Lucky strike

Estamos Azul (mi laptop) y yo en casa. Y esta es la primera vez que alguna red se pone disponible. Es decir uqe por este momento, habemus internetae.
Lo cual no es poco.
Mis pequeños placeres, pequeños proyectos, grandes ansiedades, fetiches y alienaciones de mercado: la casa propia, la compu, los zapatitos de princesa, las botitas lindas (que publicaría acá mismo, si mi hermana me devolviera el cable de la cámara!), el cajón, el año de independencia (casi), el año que pasó desde el nueve de julio (qué hiciste vos el nueve de julio del año pasado?), los chicaneos cotidianos a aquel ¿fiel? lector que son más costumbre o dramatismo inherente que hasta a mí me cansan, y sin embargo las heridas que siguen abiertas, por más que sé que a su tiempo se están cerrando; mis devaneos umbilicales que me cansan y me aburren, mis aspiraciones, mis proyectos de los que no termino de hacerme cargo, los roundups que no puedo dejar de evitar (en realidad, usualmente es así: los evito todo el tiempo subida al carrito de la montaña rusa, sin cinturón de seguridad), como las cosas uqe se vienen cerrando desde hace unos meses, el futuro uqe ya llegó (qué buena frase de tres tiempos a la vez!) y al que no quiero ver, con todos sus pros y sus contras. Lo grande que estoy, lo chica que soy aún (atún). El orden, el desorden, el cansancio constante, la felicidad completa y la incompleta, el eterno enamoramiento de la vida y la carencia de mimos reales, de contención. Y en el medio yo, que a esta altura no tengo la menor idea de lo uqe vendría a ser, a hacer, como si en mi rol sólo me dispusiera a atender cuestiones mínimas y cotidianas, porque todo el resto, todo lo grande, todo lo macro se va a ir acomodando, se está acomodando más allá de la posibilidad de tocar que tienen mis dedos.

Volveré y seré algunas.

lunes, julio 07, 2008

Odio los pelos que aparecen sin razón aparente.

Sin sentido, sin lugar original de donde provienen. Quizá como odio a las cucarachas y otras cosas así, que aparecen desfachatadas aunque no sean deseadas. Como esos pelos que aparecen después de meses de que el dueño original se haya ido. Están ahí como para restregarme en la cara el pasado, los fracasos, los engaños. Qué hacés vos, pelo ahí! Cómo fue que llegaste hasta ahí? Como esta mañana, también, que apareció un pelo largo y oscuro de vaya a saber qué chico o chica que se anduvo metiendo con mis cosas o se me pegó vaya a saber de qué manera. Como la cucaracha de anoche, enorme y justo frente a la puerta de salida, como queriéndose poner en mi camino en un momento que decidió echarse de espaldas a tomar el sol o la fresca.  El Sr. Signo tiene razón. Lo peor es que son irrespetuosas. Si yo no tuviera que verlas y fuesen las dueñas del edificio cuando duermo, o de mi cocina, estaría bien, podríamos convivir en paz. "Qué mierda hacés acá, hija de puta! Si yo no te quiero acá!", le grité indignada a una mientras entre casi sollozos y una adrenalina letal, le rociaba medio tarro de insecticida.

Por suerte, cuando volví anoche, ya un escuadrón de hormigas se había encargado de retirar el cadáver hacia un punto menos notorio del pasillo, Más cercano a su guarida, supongo.

Me imagino a las hormigas obreras gritando "Tiren! Tiren" como hacían en Los Pitufos (que recreaban el trabajo perfecto donde cada uno tiene su rol y no lo cuestiona). Todo bien con las hormigas. Aunque la marabunta tampoco me hace feliz. Todo lo uqe venga de a muchos, me da miedo. Las hormigas, los bichos, los pekineses, las personas.

Igual, buena onda con las hormigas. Como con las lagartijas.



 

domingo, julio 06, 2008

Parece uqe mis botitas fetiche saben bailar.

Abrieron la caja y me ofrecieron bombones. Por supuesto, yo elegì el màs rico: el que venìa relleno de pelotudez.

sábado, julio 05, 2008

Còmo hago para -despuès de cinco dìas de padecer computadoras- quedarme con ganas de sentarme frente a la pantalla.

miércoles, julio 02, 2008

Más de lo mismo

Se trata de un espacio perverso, supongo uqe panóptico, maleable y a la vez rígido, que me hace stranger in Strangeland

Modus Operandi

-Ojo que tal es jodidx.

 

Para mí, que alguien sea jodido es que se parezca a Fred, allá lejos y hace tiempo, en uno de los tantos ciclo en uqe nos odiamos, y como había uqe pilotearla, sólo podíamos jugar al truco. Y él lo hacía a cara de perro. Y cada envido no mostrado, cada flor, cada carta que no seguía el circuito que él y su odio adolescente tenían preestablecido, era razón suficiente para ponerme en falta.

Ahora bien. Es simple, entonces,  tratar con esta gente. Sólo basta saber cuál es su circuito caprichoso y quebrar la cintura.

Sin embargo. Yo sigo eligiendo la inocencia (en realidad, es la inocencia que me elige a mí) y sigo  transitando con intersticios a cuestionar.



Imán de lo extraño

Soy imán de los extraño. Y la extrañeza sucede –casi siempre- en los transportes públicos. Creo uqe hace muuuuuuuuucho ya escribí sobre aquella mujer y su hija. Sobre las cosas que me dijo. "No te conozco, pero sé quién sos". Y luego, el señor que parecía Jean Paul Belmondo, guapísimo piloto de avión casi de la tercera edad.

Ahora son los taxis. Al margen de que me he quedado una hora después de haber llegado a mi destino, charlando con un tachero, anoche, después de haber bajado tres mil revoluciones, tras haber cambiado la sintonía, el taxista posterior me sacó la(s) ficha(s). Es cierto, soy muy transparente. Y probablemente, con un poco de habilidad analítica, soy fácilmente legible.

-Que estoy sola porque quiero

-Que soy muy inteligente y que me aburre la rutina diaria (por eso necesito sorprenderme a diario)

-Que la inteligencia y la ansiedad entran en tensión, que esa tensión desgasta y resta energía para otras cosas.

-Que siempre hago lo mismo y ya debería haberme dado cuenta de uqe por ese camino no iba la cosa.

-Que tengo dos trabajos.

-Que tengo uqe aflojar con ser tan estructurada.

-Que mi nombre tiene seis letras.

(La revelación más relevante fue –por supuesto- la última de la lista, que es una selección de otras cosas que casi no recuerdo. Como siempre que me pasan estas cosas).


martes, julio 01, 2008

Y bueno, yo le digo. En su situación me gustaría que me avisaran. Que sea como tenga que ser.
Me saqué primero un auricular y tomé aire. Luego impulso para desafiar los vaivenes del autobús y acercarme a la Sra. Paquetona, que se veía tan guapa! Tan compuesta! Tan dressed up!
Momento!!!
Y si en vez de -simplemente- quitarse el exceso de maquillaje en toooodos los dientes, se siente incómoda e inhibida y prefiere pasar por la coloratura dental pero no por, jamás de los jamases por el restregamiento de dientes en público? Y con el sólo hecho de alertarla le arruino el momento porque presa de la vergüenza, la viejita huye despavorida y torpe hacia la salida y desciende veloz del automotor, sin mirar hacia atrás, sin esperar a que la máquina se detenga totalmente, entonces sufre un accidente mortal...?
Y si mencionarle el percance sea la fuente de su infelicidad, que haga que la sonrisa colorida (por dentro y por fuera) desaparezca?
Y si me dice que no es asunto mío, que por qué me meto?
Y si me agradece de corazón ya con una sonrisa blanca?
En fin.
Quién soy yo para arruinarle el momento a la Sra?
Además, hasta acá llegó mi viaje.

.