martes, abril 29, 2008

Buenos Aires está fría, oscura, impersonal.
Buenos Aires está llena de pasados, presentes y futuros.
Buenos Aires está alienada.
Buenos Aires está triste.

miércoles, abril 16, 2008

Reportándome. Re Portándome.

Hay mar, hay lluvia (mucha), hace frío.

Pero son mis vacaciones!

martes, abril 08, 2008

Márcoles

He vivido tan rápido
Que para mí ya es
Mañana.

lunes, abril 07, 2008

De cajón.



Vuelta a clases cajoneras.
Esa es una de las pocas cosas que acepto que no me gusta hacer sola.
Tres chicas y un profesor golpeteando maderas en un gesto casi tribal. La comunicación, los sonidos de base. Ritmos. Tucutután.
Una a tierra, otra a contra y la tercera, a dibujar.
Miradas. Tímidas e incómodas. Nos comunicamos con los oídos, pero no alcanza. La mano no responde a tiempo y queda afuera del sonido ancestral.
Las tres chicas tienen ocupada la tarde del sábado.
Están tocando el cajón.

Brunch dominical

Srta. K.: -Mi papá me dijo que este año se iba a dedicar a mi departamento. Habrá que creerle.

Pajarita Distraída: -Por qué no habría de creerle? Alguna vez no cumplió?

K: -A los seis años me prometió un barrilete y nunca me lo hizo.

P. D.: -Bueno, pero que te haga arreglos en el departamento, no compensa lo del barrilete?

K: -No, porque el barrilete ya no tiene arreglo, pasó hace mucho tiempo y no se puede volver el tiempo atrás.

(...)

K: -Tenés Abby Road en tus anteojos.

(...)

Estuvimos un rato largo mirando si el pitido que habíamos escuchando domingos antes se correspondía a la luz de un estacionamiento, o era la versión urbana de Psycho, como habíamos pensado. Era el estacionamiento.
La vaca sión da carne kosher?

Un chico muy enojado

Dame veneno

Independientemente de la letra, uqe ya es algo fuerte, el crecimiento de esta canción, a diferencia de la original -que en comparación parece una canción de cuna-, es tremendo, es en sí violento y visceral. Hasta catártico. Catarata violenta de sonidos, de ritmo, de enojo uqe estimula las entrañas con la fuerza suficiente para bailar. No necesariamente flamenco. Aunque es esa tensión que hace que los bailaores estrujen sus sacos o chalecos y las bailaoras su falda.

Eu

Foria

viernes, abril 04, 2008

Una chica muy enojada

Miramos videos viejos, oímos viejas canciones y es por eso que todavía estoy acá. Es cierto, a mí los temas me gustan añejos... Es difícil que escuche una banda o una canción en le momento. Necesito uqe estén ahí para redescubrirlas.
Le gustaba a Rosario, lo escuchaba ella cuando abrió los oídos al mundo femenino de The Corrs, Lorena McKennit, Enya o Sinaed O´Connor. Yo hice oídos sordos en ese momento.
Pero es re dulce! (Sí, justo este tema no, pero...)

Cuando la gente que está cerca de mí está triste, yo también me pongo triste. Aunque esté de un humor maravilloso.

Hola

Gotita huidiza, gotita libertaria escapándose de los límites: la taza y mi boca. Gotita que no podía caer sobre pantalón blanco. Reubicación de gotita. Programa de protección a testigos para gotita...
Gotita que cayó sobre la letra H. Gotita que tiene algo uqe decir. Gotita descendiente de la ouija, uqe no va con H, quiere decir algo que empieza con H.

jueves, abril 03, 2008

Árbol

Cinco semillitas me regaló Lucía, una de mis profes preferidas, una vez uqe vino a casa.
Las planté en una maceta grande y verde. A las semanas tenía unas hojitas que asomaban de la tierra. Creo uqe fue en el ´95, pero también pudo ser en el ´97. Fue el camuflaje de mi ventana, el dragón de mi castillo. Me emocioné cuando llegó a mi altura y me entristecí cada otoño, cuando cambiaba la piel. Podía ponerme de alguna manera abajo de sus hojas y me sentía protegida. Ahora mide más de dos metros, flaquito y pinchudo. Y yo lo extraño.
Mi idea era llevármelo a mi casa, pero no me entra en mi pequeño balcón francés. Y lo lamento profundamente. Más de una vez me quisieron convencer de que lo plante en la "quinta", que de mí no tiene nada. Y no, no quiero. No quiero dejarlo en ese lugar donde no me siento cómoda. Si yo no lo estoy, por qué habría de estarlo él (para mí es un él, aunque sean tres troncos).
-Cuando vuelva vas a tener que ver qué vas a hacer con el Palo Boracho-, sentenció mi papá.
Cada vez que voy a la casa de mis padres, no puedo mirarlo mucho. A ver si todavía me ven y se acuerdan y me vuelven a decir.
No hay caso, che, me volvieron a preguntar. Y yo no me quiero desprender. Quiero tenerlo cerca. Quiero visitarlo a placer.
Así uqe se me ocurrió donarlo. Pero, ¿dónde se donan los árboles?