domingo, enero 30, 2005

Burocracia

- Hola. En qué te puedo ayudar?
- Hola! Qué tal? Venía a buscar un formulario.
- Vos dónde te queré anotar?
- Yo quería el de Sectas Apocalípticas. Hay más?
- Sí. (mira sorprendida por la falta de información) Estamos ofreciendo Secta Satánica, Suicidio en Masa y desde el mes pasado Inmolación y Fundamentalismo.
- Me mostrás el de Inmolación?
- Sí. Tomá. (se lo extiende).
- (Lee) Ah, no, pero yo Certificado de A-religión Predeterminada, no tengo. La puedo tramitar acá mismo?
- No, eso lo tenés que traer vos.
- Pero dónde se hace?
- No estoy calificada para brindar esa información.
- Bueno, me darías el formulario para Sectas Apocalípticas?
- Si abonás todo ahora, podés también tener el formulario para Armas Arrojadizas.
- (duda)
- No sé, eso evalualo vos...
- No... No. Dame sólo el de Apocalípticas.
- Mirá ves esas mesitas? Te podés sentar ahí para completarlo tranquila.
- Gracias.
Se va. Se sienta, comienza a llenar la planilla y vuelve.
- Disculpame. Acá, donde dice copias certificadas de tendencias megalómanas... Yo las traje, pero a mi me dijeron que era una sola...
- (mira, resopla, se da vuelta buscando apoyo) Cristina, la chica tiene una sola copia de TenMegaló.
- (se acerca y la mira por encima de los anteojos) Son dos las copias que se necesitan para inicializar el trámite, si no las tenés no se puede iniciar el trámite
- Pero dice que le dijeron una sola...
- A ver... Dejame ver... (observa el papel) Vos con quién hablaste
- No sé, no me acuerdo. Un chico. Creo que Darío, Daniel... Algo con D...
- (Las empleadas se miran) Danilo. Sí, está bien, presentalo así. (La otra la mira pidiéndole explicaciones) Sí, no. Hoy ya tuve tres personas con lo mismo. No sé, no se sentía bien. Fue a la salita y le dijeron que tenía culpa alta, le dieron unas pastillas... Entregalo así... (se va)
- (Se alegra, sonríe, suspira más tranquila) Ay, menos mal..! Hace un mes que estoy dando vueltas para venir y hoy recién tuve un rato libre. Yo estoy en Políticas, viste como es...
- Si, Igual acá te digo que no están muy desocupados, tampoco...
- Sabés que pasa? Que cuando empieza el frío tenemos el doble de trabajo. La gente tiene las defensas bajas, se trabaja el doble.
- (Para no ser menos) Bueno, acá tampoco se aburren. Si se la pasan preparando los rituales del verano, más los que son propios del invierno, los sacrificios, los ayunos... Políticas es una pavada, en comparación. (se sabe en falta) Pero bueno, ya lo verás vos desde adentro, no?
- Claro, claro.
- ...
- ... (termina de completar el formulario y se lo entrega)
- Che, y decime, ¿Sigue Rosita en Molotov?
- Sí! La conocés?
- (Sonríe recordando) Sí...
- Un bastión de Políticas... Le mando tus saludos?
- (Achicando poco a poco la sonrisa, pero todavía un poco ida) No, dejá...
- Y esto cuando va a estar?
- (volviendo a la realidad) Y esto... calculale quince días hábiles, veinte días, más o menos.
- Tenés un teléfono para averiguar?
- (Otra vez empleada pública, otra vez seca) No, las averiguaciones son sólo personalmente, de lunes a viernes de catorce a quince treinta.
- (A punto de protestar) Per...
- (A viva voz) Ciento cincuenta y cuatro! Uno cinco cuatro!

sábado, enero 22, 2005

Constancia

No podía pasar un instante más sin afirmar esto, porque no sé cuánto va a durar.
En este preciso momento, me siento feliz.
De fondo ahora suena "Eva tomando el sol", que acompaña.
Tal vez es porque comprobé que no por algunas cosas me cerré a otras. Quizás es porque me hago cargo de dichos que probablemente no sean para mí y no me importa. En una de esas es la angustia de no poder escribir mi guión para recibirme de una putísima vez lo que exacerba la frase de Bouquet "imcompletamente feliz". Puede ser pasear mis ojos por antiguos lugares y saber que la gente que sigue ahí está bien, aunque no se acerquen para decírmelo o para compartir ese bienestar conmigo. Y pasear los ojos por nuevos lugares y saber que hay gente que viene estando bien y aunque no me elija para compartir su bienestar, deje un resquicio abierto para que yo pueda curiosear.

Estoy inmensamente agradecida.

Y esto es para acordarme cuando no esté tan bien que alguna vez fui más feliz. Y que no es tan difícil.

jueves, enero 20, 2005

Vengo de tener un momento de encuentro con el Sr. P. Uno de esos dìas en los que me pregunto què pasarìa si no hubieran cuarenta años (y muchas mañas) de distancia. Quizás treinta...
Será que la luna le hizo un guiño al gemelo bueno, porque nos hemos sumergido en las bateas musicales y hemos emergido completamente cubiertos de bolero.

Yo me bajé en esta estación:


Nosotros
Atiendeme
quiero decirte algo
que quizas no esperes..
un doloroso tal vez.

Escuchame
que aunque me duela el alma
yo necesito hablarte
y asi lo hare.

Nosotros
que fuimos tan sinceros,
que desde que nos vimos
amandonos estamos,

Nosotros
que del amor hicimos
un sol maravilloso
romance tan divino,

Nosotros que nos queremos tanto
debemos separarnos
no me preguntes mas.

No es falta de cariño
te quiero con el alma
te juro que te adoro
y en nombre de este amor
y por tu bien te digo adios.

No es falta de cariño
te quiero con el alma
te juro que te adoro
y en nombre de este amor
y por tu bien...
Te digo adios.

jueves, enero 13, 2005

El Sr. P. como buen geminiano, hace gala de su doble personalidad.
Por momentos encantador storyteller, por momentos, el ser más mañoso y quisquilloso sobre la faz de la tierra.
El Sr. P. tuvo en vilo a las muchachas, que por varios meses le dieron el mote de Contador, aunque el Sr. P. no lo era. Era, sin embargo, antiguo actor y amigo del difunto Sr. C., qepd; y junto a él, cofundador de la pequeña empresa.
Rec/Sec/Tel/Moz/Cad: -Cómo va a tomar...?
(Escasos minutos después)
Sr. P.: -Por el color parece estar bien de leche
R/S/T/M/C: -Sí, le puse un dash, pero fue como... un dash pletórico, intenso. Pero si a juzgar por su coloratura, para Ud. está bien de leche, perfecto.
Sr. P.: -Bueno, está un poco claro, ahora que lo decís. Pero bueno, en fin. Probarélo (resignado). Gracias, muchacha.
R/S/T/M/C: - De nada. Cualquier cosa me dice y rectificamos para la próxima ocasión.

martes, enero 11, 2005

¡¡¡qué divertido es asustar viejitos!!!

A-condicionado

Pero si entraste lagarto y saliste pingüinito!!!!!

sábado, enero 08, 2005

Mucho tacto

Decís que es imposible que te suceda, si llegaste hasta este punto. Que llevás los genes de la rama de tu madre. Pero te aviso que la bañera quedó tapada... y el color capilar obstruyente, distaba del mìo.

jueves, enero 06, 2005

-Claro... Y para escribir, quiero una lapicera negra. Si es Bic Rondó, mejor, porque escribe gordito. Así da gusto. No me gusta tener que apretar mucho para que salga la tinta. (tanta tinta tonta). Como si me concentrara más en apretar que en escribir.
Pero bueno. Acá tengo una azul... que dice "Buenos Aires Buceo". Qué hace acá una lapicera de buceo? En fin. No me corresponde a mí averiguarlo. Ya vendrán los investigadores privados a reconstruir la historia de cómo alguien fue muerto por una lapicera (birome) azul que decía "Buenos Aires Buceo".
Y en la esquina, el triste lamento del hombre enfundado en blanco traje, con sus pregones lòbregos:


-Palito, bombòn, helado!!!

miércoles, enero 05, 2005

Un olor a eterno pollo al horno destinado para algunos, mientras los demás se someten al caldo desgrasado, acompaña el ascenso.
De un lado, ellos. Los eternos ellos que desde tiempos inmemorables nos sucumben bajo -falsas- promesas de bienestar. Susurran fórmulas mágicas para nosotros, ante las que la antigua alquimia alguna vez se prosternó. Para Nosotros, sus Ellos, en eterno movimiento de satélites incongruentes, donde no hay sol, si es que acaso el sol fuera el centro de nuestro petit universo.
Yo soy una privilegiada. Me muevo violetando por los pasillos descolorados, tan antiguos, tan grises sin serlo. (Aunque todo blanco a partir de cierto momento ya es gris: blanco mentiroso, blanco hipocondríaco). Me pregunto por qué las paredes tienen que ser tan tristes. Y me respondo que es la condición para que Los tomen en serio. Como todo lo demás.
Y allí soy tan mentira como esas paredes, como el calor, como la promiscuidad. Caigo en los confines de mi propio espejismo. Como en los elixires que madrugan nuestras nanas.

Cruzó la puerta. Y se dejó morir.