miércoles, junio 23, 2004

Estaba pensando en cuán poco me importaría que me dolieran los ovarios, si ello acarreara un tiempo menor de incomodidad mensual.
Pero no es así.
Y también pensé, por asociación, que el dolor no molesta (o no tanto) si tiene un sentido. Que en realidad el dolor no tiene sentido, pero si se lo otorgamos nosotros, aparentemente disminuye, se aplaca o al menos se hace más soportable.
Igual es muy molesto el dolor. El dolor como dolor en sí. Por otro lado, no se puede evitar.

Me acuerdo de la canción de Chavela Vargas (y esto no viene a colación de ninguna situación particular) que dice
amar duele/ amar duele/ y vivir sin amor/ no se puede. Amar duele/ Ay! Amar duele/ y vivir sin amor/ no conviene.
Y es tristemente cierto. No sólo en el amor, sino en la vida. Hagamos lo uqe hagamos. Como si toda nuestra existencia estuviera marcada por el llanto inicial.
Pero estoy cayendo en lugares muy comunes y eso me aburre.

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