lunes, febrero 14, 2005

Previas delicias potencialmente conyugaales

Cuando fui al baño me encontré con la misma arañita de ayer, que estaba parada en el mismo lugar. ¿Qué se habrá quedado haciendo toda la noche ahí?
Y otra vez la soplé. Se movió un poco, giró sobre sí misma como quien se muerde la cola y se estacionó casi en el lugar primigenio.
Seguí mirándola fijo un rato y en el piso, descubrí un arito que había hecho hacía tiempo, con alambre enroscadito. Que bien podría decirse que tenía algo de arácnido.
Quizás la araña encontró al arito y pensó que era un araño. Como el arito no le respondía (porque era arito, no araño) la araña -ofendida- se fue lejos del arito, pero dentro de su campo visual y se quedó golpeteando la patita contra la pared, ofendida.

¿Pero toda la noche?

2 comentarios:

  1. Algunas arañas tienen paciencia tamaña.

    El título está en sueco, y la araña debería. Así, el araño arito podría oir su tapeteo, descuidado grito.

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