Lector apacible y bucólico, hombre de bien, discreto y sano, tira este blog Saturniano Pero si sabes contemplar, espantarte, los abismos, lee y aprenderás a amar. Alma que vas buscando abrigo y sufres mis dolores mismos, ¡apiádate!... si no te maldigo. (Baudelaire)
jueves, marzo 29, 2007
Tú me amas (Ana Belén & Ketama)
Tú me amas con ese sabor, locura,siento que se me encarnalo mismo a pleno Sol que Luna y es que tú me amas con ese sabor, locura,siento que se me encarnalo mismo a pleno Sol que Luna.El día que todo a oscuras comenzótú temblabas desde arriba hasta los piesno era de temero, de pena o pánicoera que hasta yo temblaba y yo no séfuimos a un rincón oscuro y clásicocaminando entre palabras al revésy en un momento de cigarro y conmocióntus labios se precipitaron en mi piel...Tú me amas...Y te seguí buscando entre mi ardorentre todo lo que pudo sucederno sé cuanto ya gasté en teléfonoy aún me duele aquella falsa direcciónhasta que de tanta espera me cansépues no soy ningún juguete de tu amorsólo fuiste la cruel apariciónme has colgado como un cuadro en tu embriaguez...Tú me amas...Y ahora que todo tiene dimensióntiene fortuna y tamaño desiguales como el oro de un sueño que nacióde alguna flecha que alguien quería lanzarpero ahora tengo y me tienes que aguantarlo que tú aguantes lo aguantaría yoy si yo aguanto lo que haya que aguantaraguanta siempre siempre que aguantemos...Tú me amas...
domingo, marzo 25, 2007
El Xeñor obra de formas misteriosas
Gracias barba!
Deberìa haber sido màs especìfica cuando ayer te dije "Necesito alguien que me cuide". No era exactamente eso en lo que estaba pensando, pero gracias igual!
Deberìa haber sido màs especìfica cuando ayer te dije "Necesito alguien que me cuide". No era exactamente eso en lo que estaba pensando, pero gracias igual!
sábado, marzo 24, 2007
viernes, marzo 23, 2007
La dote
Tengo:
-Cuchillos filosos de los grandes y lindos.
-una DVDtera
-Una pava verde y silbadora
-Un florerito fucsia
-una bandejita
-un porta copas parasecarlas
-un cucharón verde
-tres ollas y una sartén
-Un wok
-Una cuchara de madera
-un cuchillito untador de madera
-cuatro individuales
-una vaquita de san antonio que me avisa que ya está
-Una lata
-un sacabocados
-un utensilio que mide cucharadas de diversos tamaños
-Una lámpara de silicona no inflamable con forma de labios rojos
-¿una heladera?
-Cuchillos filosos de los grandes y lindos.
-una DVDtera
-Una pava verde y silbadora
-Un florerito fucsia
-una bandejita
-un porta copas parasecarlas
-un cucharón verde
-tres ollas y una sartén
-Un wok
-Una cuchara de madera
-un cuchillito untador de madera
-cuatro individuales
-una vaquita de san antonio que me avisa que ya está
-Una lata
-un sacabocados
-un utensilio que mide cucharadas de diversos tamaños
-Una lámpara de silicona no inflamable con forma de labios rojos
-¿una heladera?
Ciclos
Mi hermana se casa otra vez, mi hermano va a ser papà, mi abuela de 85 años se muda a la casa que tenìa hace 60 años, yo me mudo, mis viejos tienen tres viajes en puerta. Hasta agosto está todo más o menos programado. Después el resto... se verá. Supongo uqe todos nos reacomodaremos.
Hace cinco años se muriò mi abuelo, se fue a vivir a Neuquén mi hermana y después se separó, mi mamá y mi tía cortaron realciones...
Hace diez años, mi hermana se casó. Yo me puse de novia por primera vez y me llevé geografía por segunda vez, junto con química.
Hace quince años, nos mudamos para acá.
Aparentemente la cosa es cada cinco años...
Qué cosa, no?
Hace cinco años se muriò mi abuelo, se fue a vivir a Neuquén mi hermana y después se separó, mi mamá y mi tía cortaron realciones...
Hace diez años, mi hermana se casó. Yo me puse de novia por primera vez y me llevé geografía por segunda vez, junto con química.
Hace quince años, nos mudamos para acá.
Aparentemente la cosa es cada cinco años...
Qué cosa, no?
lunes, marzo 19, 2007
volvì
cada vez que vuelvo pienso en quedarme. Hacer cualquier cosa y quedarme. Y cada vez que lo pienso, termino preguntpandome, "¿de què estoy huyendo?".
No tengo ganas de nada. Finalmente, las vacaciones me depositaron en buenos aires, calurosos aires con màs nudos en la garganta, con una tremenda sensaciòn de frustraciòn porque iba a encontrarme con lo mismo de siempre y una sola certeza, la cual se me cayò como una iluminaciòn, en el viaje de regreso.
pero me quedè con muchas ganas de escaparme. Y no me da vergüenza decirlo.
Soy una cobarde.
No tengo ganas de nada. Finalmente, las vacaciones me depositaron en buenos aires, calurosos aires con màs nudos en la garganta, con una tremenda sensaciòn de frustraciòn porque iba a encontrarme con lo mismo de siempre y una sola certeza, la cual se me cayò como una iluminaciòn, en el viaje de regreso.
pero me quedè con muchas ganas de escaparme. Y no me da vergüenza decirlo.
Soy una cobarde.
domingo, marzo 11, 2007
All alone in Kyoto
Acostado en el medio de la cama, podía extender completamente los brazos de este a oeste sin que nada lo interrumpiera.
Algo casi inadmisible si recordaba que hasta no hacía mucho tiempo podía sentir el meridiano de Greenwich desde su este natural. Arrastraba la mano y podía sentirlo tangible. Esa canaleta, esa zanja. Tras él, una desconocida figura, un otro uqe ocupaba el territorio de manera despreocupada, a pierna suelta, ajena completamente. Se había transformado en un enemigo de rostro familiar que compartía sus sábanas.
Solían enrollarse sobre el medio de esa superficie compartida. No había fin en ese lugar sin límites. A veces se anudaban, otras dejaban parte de sí sobre el cuerpo ajeno, como muestra de la mutua soberanía. De la cama, de los cuerpos. Como banderas ondeando juntas.
Qué había sido de todo eso?
Luego, las guerras comenzaron. No porque reclamaran aún más espacio -qué disfrutaban más que esas rencillas de amantes en las que uno u otro acababa en el piso, entre risas histéricas-, muy por el contrario: el límite ya había horadado el lecho conyugal y no había nada más en disputa. Ya era todo silencio, intimidades propias, secretos, sueños individuales.
Ya no había ni buenas noches ni buenos días. Sólo muecas lejanas, como quien saluda con la cabeza a un conocido descartable.
Ni discusiones restaban, ya las habían agotado todas.
No quedaba nada que compartir, se trataba de dos soledades que vaya a saber uno por qué azar, se encontraban circunstancialmente en el mismo colchón.
Volvió a acariciar las sábanas de su cama, como quien reconoce el territorio virgen, y se durmió.
Algo casi inadmisible si recordaba que hasta no hacía mucho tiempo podía sentir el meridiano de Greenwich desde su este natural. Arrastraba la mano y podía sentirlo tangible. Esa canaleta, esa zanja. Tras él, una desconocida figura, un otro uqe ocupaba el territorio de manera despreocupada, a pierna suelta, ajena completamente. Se había transformado en un enemigo de rostro familiar que compartía sus sábanas.
Solían enrollarse sobre el medio de esa superficie compartida. No había fin en ese lugar sin límites. A veces se anudaban, otras dejaban parte de sí sobre el cuerpo ajeno, como muestra de la mutua soberanía. De la cama, de los cuerpos. Como banderas ondeando juntas.
Qué había sido de todo eso?
Luego, las guerras comenzaron. No porque reclamaran aún más espacio -qué disfrutaban más que esas rencillas de amantes en las que uno u otro acababa en el piso, entre risas histéricas-, muy por el contrario: el límite ya había horadado el lecho conyugal y no había nada más en disputa. Ya era todo silencio, intimidades propias, secretos, sueños individuales.
Ya no había ni buenas noches ni buenos días. Sólo muecas lejanas, como quien saluda con la cabeza a un conocido descartable.
Ni discusiones restaban, ya las habían agotado todas.
No quedaba nada que compartir, se trataba de dos soledades que vaya a saber uno por qué azar, se encontraban circunstancialmente en el mismo colchón.
Volvió a acariciar las sábanas de su cama, como quien reconoce el territorio virgen, y se durmió.
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