miércoles, abril 04, 2007

No sé por qué me empeño en andar por esa calle si me da miedo? Por ir por el camino más corto temo encontrarme con algún tipo de lobo. Una vez pasadas las vías, el consabido laberintos de caños. A mitad de cuadra, un container de basura. Nadie adelante, y en el mejor de los casos, nadie atrás. El olor a morixe, deshechos y a algún tipo de ser vivo inunda la percepción de la nariz. Sigo, ajusto el paso y ya estoy a mitad de cuadra. Hay gatos a mi izquierda. Gatos. Son lindos los gatos, pero cualquier especie en patota, me amedrenta, es plaga. También a la izquierda, las gradas muertas de inefable tablón perteneciente a la cancha de ferro. A la derecha, en cambio, se oyen repiques de pelotas de básket. Gritos, a veces aplausos, vivas y vítores. Pero bípedos, ni uno. Ni aves. Adrenalina europea y casi corro. Finalmente llego a la esquina, al movimiento, a los autos y el bochinche de la calle Avellaneda, la gloria de la ciudad.

4 comentarios:

  1. Con un amigo bautizamos ese trayecto que describís como "La Calle Oscura y Misteriosa"..
    No me preguntes cómo llegué a leer ésto..
    Sabés algo de "causalidades"?
    Saludos.

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  2. jajajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!!!

    Sí, sí!!!!! Ese tema me lo estudié!!!

    Mhhh... Para mí es más oscura uqe misteriosa... De ser la segunda, se trata de misterios que no despiertan mi curiosidad... Tengo miedo, nene!!!

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  3. A lo mejor le llega el "te alumbro toda la capital por un voto" de Telerman y zafa un toque..
    (Malísimo el chiste de actualidad..)

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  4. TELERMAN!!!! TELERMAN!!!!

    Alúmbreme acá, por favor...

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