miércoles, octubre 17, 2007

Descubrí que para la gastronomía mexicana el término salsa implica siempre sí o sí picante extremo. Aparentemente no hay grises para los mexicanos cuando de picante se trata.
El día de la nevada había tenido la experiencia más picante de mi vida y me había prometido no repetirla (aunqeu frío no pasé). Pero el viernes me sentí morir -o al menos me sentí frente a las puertas del mismísimo infierno- cuando me animé a una mezcla de nachos, pollo y salsa. Roja... Cómo no prevenirme con el color? Así como las abejas lucen el conjunto amarillo y negro. Pues no. Si mi abuela hace salsas, rojas, estofados... y no son picantes, por qué debería...
Pues bien, no lo hice y arremetí contra el plato a pura boca y papilas abiertas. Llenas de ansias y entrega.
Saturadas ya al primer bocado, no hubo cerveza ni margarita que aliviara el encuentro.
Conclusión: si mexicano entonces rojo es igual a picante a la 10.
Cielito Lindo 1 - Srta. K. O.

4 comentarios:

  1. Yo acabo de vivenciar la empanada de carne picante más picante de mi existencia.

    Muy buen la torta de tres leches de cielito lindo...tmb. la Xalapa.

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  2. Es que ni llegué al postre!!! Bah! Había hecho la torta...
    Velitas. Feliz feliz, alegre alegre.
    That´s all folks!

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  3. Saludos desde México, es bueno saber que alguien se paseó por mi blog y dejó un comentario.

    Sí, aquí en México existe toda una variedad y diversidad de salsas. Muchas de ellas van desde lo dulce (aunque no lo creas), picante y muy picante.

    En mi experiencia personal, las salsas que se preparan con chile habanero son la muerte. Retortijones, úlceras y un sentir del infierno.

    Pero eso sí, un buen taco, siempre deberá estar acompañado de su fiel salsa, sea verde o roja.

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  4. Ay, si!!!! Los tacos... Mi Lalo me amenaza con otra tanda de tacos cuando regrese!

    Tengo miedo Nene!!!!

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