jueves, octubre 04, 2007

Melodrama

No me gustan las películas musicales (Hairspray fue una excepción). No me gusta que se pongan a cantar en el medio de la acción. Es como Disney: no me gusta!
Tampoco me gusta la esencia del género, la ópera. Por la misma razón, sumada a la ininteligibilidad del texto; no sólo por el idioma, sino por la dicción... No sé. No me gusta.
Sin embargo, las arias o coros más conocidos de óperas me ponen la piel de gallina... Y me dan ganas de animarme a ver una. Me da la sensación de que me estoy perdiendo de una experiencia que puede resultar bien.
O no, y voy a tener una experiencia más.
Nunca fui al Colón de manera conciente. Cuando era chica mis viejos me llevaron un par de veces a ver ballet (La niña de los ojos de cristal y el zar... eh... Saltán? Tartán? Bueh, lo busco y lo corrijo), pero no tenía noción del teatro.
Hace años que quiero volver (ahora está cerrado, claro). Creo que nunca tengo el ímpetu suficiente. O el entusiasmo... O vaya a saber qué me falta para sacarme las ganas.

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