sábado, noviembre 03, 2007

Casorio

Y se casó Laurita, nomás! Una de mis mejores amigas, cual princesa hippie, con su corona de flores y su vestido etéreo, se unió (legalmente) al batero metal más gumi que conocí.

No pude evitar que se me piantara un lagrimón. Por ella, por mí. Aunque más por mí que por ella, me parece.
Mi inentendible soledad se profundizó y en más de un momento estuve a punto de salir corriendo. A mi casa o al baño a llorar desconsoladamente, como estos últimos días. Tantas perejitas, tanta felicidad de la que no participo. Tanto mundo ajeno al mío.
No es que el matrimonio esté entre mis planes. (No lo está). De hecho no moví un dedo para disputar el ramo a las otras cinco (sí, no éramos muchas más) solteras de la tarde.
Es que sí sentí más aún la ausencia de alguien que es y uqe existe y que no está. Si sólo el ser fuera como en be inglés y ser fuera lo mismo que estar...
En fin.
Mi tristeza se debe la la hispanidad de las no definiciones.

En otro desorden de cosas, aprendí que mis ganas de bailar son de noche, a la tarde me siento más torpe que lo habitual.
Que el registro civil fue un walkin´ on broken rice.
Que la pareja que se casó después de mi amiga, era septogenaria u octogenaria (Vamos! Anillitos! Me queda tiempo!)
Que mi amiga Mex sigue siendo mi memoria, y casi uqe cualquiera que me conoce tiempo ha puede serlo (cada vez estoy más desmemoriada, pero se lo endilgo completamente a la acumulación de datos inútiles)
Que relox cada vez más parece un diario.(Aguante la ficción, carajo!)
Que Bob Marley era muy flaquito, andaba en BMW (Bob Marley and the Wailers), que era hijo de un tipo blanco y que le pegaba a su mujer.
Que mis amigas me dan -entre otras cosas- muchísima ternura.

2 comentarios:

  1. Así que vos también tenés una amiga Laurita? Mirá, Capri - Capri. Sólo que la mía no creo que nunca se case ... pero sabés qué, me regaló una de las frases (entre otras muchas otras cosas, claro) que por estos días más me definen: "escribir es exorcisar". Y sí, mi Mermelada es lo más parecido a un diario que tengo o que tuve (jamás en la vida escribí uno) y muchas veces juega a dejar ser mis catarsis.

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  2. Sí, claro! el vómito literario es calmante para las neurosis. O al menos algo parecido decía Segismundo "Buffet" Freud.

    Alcoyana alcoyana!

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