Fundamentalista de la lengua.

No sé si hace falta aclarar que soy cabrona. Soy muy cabrona.
Y como nunca me la agarro con quien corresponde, termino por ser un manojo de cabronez que puede destilar el veneno en cualquier momento.
Ahora bien...
Por qué escribir mi nombre con b? Si es obvio y evidente que va con v. Cualquiera que haya vivido en este país en los últimos veinte años sabe que mi nombre va con V. Con V fuerte! con V violenta, con V de Verde.

Si ya las faltas de ortografía me taladran la pupila desde tercer grado (vamos, che, que estoy aprendiendo a aceptarlas con amor), un "error" ortográfico personal, en mi nombre es... inaudito (las comillas de error van para quienes afirman uqe los nombres no aceptan reglas ortográficas. Cierto, hay excepciones -como Ezequiel, que junta la z con la e- pero, ¡loco! No es mi culpa si la gente no sabe escribir correctamente!).

He sido humillada en mi fuero íntimo.

También he podido observar que probablemente a partir del discurso futbolístico y/o deportivo en general, se ha empezado a usar verbos tácitos, lo cual deriva en conversaciones como:

-...(nombre de la empresa)Buen día!
-Hola! Cómo estás?
-Bien y vos?
-Bien! Bueno, saludarte para las fiestas, desearte un muy buen año nuevo...

Y el "quería"? O el "te llamo para"? Es como si corrieran antes de aprender a gatear...
Es como un Scania que transporta vacas al matadero en bajada, a 250 km/h, sin frenos frente a mí.

Un asco.
Y sí, hago mea culpa de mis faltas (como los signos al inicio de las exclamaciones o preguntas, o el uqe, pero... no es lo mismo!)