Había una alfombra cuadrada y había sillones.
Había un él, con vinilos de colores: naranja, amarillo y más, pero guardados.
Había una madre que llegó a la escena sólo para hablar de las bondades de los zaguanes, de perderse y encontrarse.
Había una yo. Y esa yo aceptaba vinilos y no hablaba. Y con la mirada cual achtung!, decía "mirame y no me toques. Pero mirame".
Achtung Baby!, achtung!
ResponderBorrarUh! Unos de mis discos preferidos!
ResponderBorrarU2 me Antonin "HArtó"
ResponderBorrarNO K! noooooooooooooooooooooo
ResponderBorrarsobre gustos nohay nada escrito...
uhhh que difil entender este post a esta hora de la mañana...
ResponderBorrarvoy a ver si lo leo mas tarde y puedo reflexionar algo...
beso.
Como es difícil entender cualquier sueño... No tiene lógica!
ResponderBorrarSiga participando
Es la primera vez que entro. Y supongo que porque me caíste bien, y mejor aún si referís a las bondades de los zaguanes y a perderse y encontrarse, y si hablas de que te miren, aunque no hablabas.
ResponderBorrarHola!!! Bienvenido!!!
ResponderBorrarJusto hoy leí un post que buscaba un sociólogo...
Ahora no me acuerdo cuál es.
Vuelvas siempres, Sr. Homeros!