jueves, junio 12, 2008

Sin Drome

Tengo el síndrome Silvio Soldán: cuando algo me gusta mucho, salto.

(Escribí ya sobre esto? No sé si sí, pero me da la sensación…)



.

2 comentarios:

  1. Jajaja, habrá que aplicarlo con los latiguillos para que no sea de tanta gravedad levantar el maldito taco contrario mientras el otro pie latiga y latiga. Eso sí, no levantes los brazos ni saltes tanto como Silvio. Por ahí sale mejor. Jaja.
    Calita

    ResponderBorrar
  2. jaja, a veces me pasa lo mismo, y me miro desde afuera como si me desdoblara, y juro que queda del culo; pero qué importa, no?

    ResponderBorrar