martes, mayo 19, 2009

Es un pelo. Sí, es un pelo. Puede ser una pestaña o una ceja. Abro la canilla e inexplicablemente zozobra hacia mí. Sube por el lavatorio. Gira, rota y me amenaza cada vez más cerca. Querrá volver a un hogar? No es mío. Lo reconozco por el color.Es un pelo que ha estado ahí los últimos tiempos. Ha estado ahí como si fuera un spa, un circuito hídrico, hidráulico, de marejadas de agua que lo empujan, rempujan, pero siempre queda allí.
Ahora quiere escapar, quiere huir. Quiere cambiar su destino. Quizá desea volver a un bosque de pelos. Aunque no sea el mismo de donde salió, algún otro. La espesura, perderse entre los demás, compartir el espacio con pares. En el Spa-bacha está sólo él, que brilla por su presencia oscura, contra el blanco de la loza. Él no puede verse, pero lo presiente, lo sabe. Tiene la exclusividad del servicio.
Y yo... Siempre tan egoísta! Modifico el chorro de la canilla y lo empujo hacia el tobogán de agua.

4 comentarios:

  1. ajá! Conque un pelo oscuro eh?!No sé de quién será, pero seguro sé de quién no es.
    Salud!

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  2. Serán como canas pero al revés?
    A mí las canas me saldrán oscuras?
    Y a Ud... Le salen canas? Cómo lo sabe?

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  3. Sisi. Me salen en la barba. Lo se porque lo escribió usted misma.

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  4. Claro!!!! La depilación mensual del bigote (más políticorrectamente llamado bozo) que lo uqe yo evito, Uds. exhiben!!!

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