viernes, enero 29, 2010

La lengua presiona contra el paladar. Sí, sí! La lengua quiere llegar más arriba del paladar. Quiere conocer al colmillo que nunca me salió.
Empuja.
Buenoestábien. Abro un poco la boca, separo los labios, dejo que entre el aire (acondicionado) también por ahí.
Vamos, yo puedo.
Vamos, son las cuatro y media de la mañana. ¿Yo puedo?
La lengua acaricia el paladar (¡qué suave es mi paladar!)
La boca se cierra, porque el aire un poco frío reseca garganta.
La lengua quiere acariciar el paladar, oh, sí.
La lengua empuja, empuja y empuja. No va a quedarse conforme con su lugar.
Entonces el día difícil aparece, el insomnio aparece, este post aparece, natación aparece, cantar aparece.
Sueño, no aparece.

2 comentarios:

  1. Insomnio: cosa desagradable pero con cierto encanto. Que se yo... esas horitas a medio camino del sueño y la vigilia. Esa cabeza a veces medio confusa, pero sin duda, peligrosamente creativa. Ese inconciente queriendo desbordar en una catarata de miel, o mierda, o las dos juntas. Uf.. llego mi vieja y me corto la inspiracion. Shit

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  2. Ehhhhh, sí. Las madres tienen ese poder de "descreativizar" tan particular... Sólo se activa con su presencia.

    Beso, Activisttttt!

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