Quizás, llegado el momento, me preguntes en qué estaba pensando hace un rato o ahora. Creo que estaba pensando justamente en tu pregunta.
Lector apacible y bucólico, hombre de bien, discreto y sano, tira este blog Saturniano Pero si sabes contemplar, espantarte, los abismos, lee y aprenderás a amar. Alma que vas buscando abrigo y sufres mis dolores mismos, ¡apiádate!... si no te maldigo. (Baudelaire)
miércoles, marzo 26, 2014
lunes, marzo 17, 2014
Olas que vienen, olas que van
Brasil es para mí un paréntesis, más que una vacación.
Es como si se abriera un mundo paralelo de vivencias y recuerdos que están ahí esperándome para actualizarse en cada nuevo viaje.
Y volver es como salir de esa suspensión brasileña para sumergirme en el mar ciudadano, laboral y productivo.
Eso no significa que Brasil, -mi Brasil- me aletargue. Para nada. Pero hay otro ritmo y otras prioridades que se modifican de acuerdo a lo lindo o feo que esté el día.
Después de amores y desamores por este pequeño lugar del mundo, vuelvo feliz y aún descubro cosas que valoro, como los carteles que invocan el respeto y la educación para una mejor convivencia: "Sea educado, no estacione aquí".
Comparto, entonces, un espacio de paz entre el mundanal ruido.
Es como si se abriera un mundo paralelo de vivencias y recuerdos que están ahí esperándome para actualizarse en cada nuevo viaje.
Vista desde el morro sur de Praia dos Ingleses. |
Eso no significa que Brasil, -mi Brasil- me aletargue. Para nada. Pero hay otro ritmo y otras prioridades que se modifican de acuerdo a lo lindo o feo que esté el día.
Después de amores y desamores por este pequeño lugar del mundo, vuelvo feliz y aún descubro cosas que valoro, como los carteles que invocan el respeto y la educación para una mejor convivencia: "Sea educado, no estacione aquí".
Comparto, entonces, un espacio de paz entre el mundanal ruido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)