sábado, mayo 08, 2004

Lost Paradise

Me dan mucha tristeza las fotos rotas tiradas en la calle. Porque me parece un gesto muy violento de alguien que vio algo que no quería (volver a) ver, que lo quería alejar. Y que alguna vez perteneció a su mundo como para haberse detenido 1/16 de segundo para capturarlo fuera del tiempo.
Las fotos se pueden guardar, se pueden regalar, se pueden esconder. Pero romperlas? Y en la calle? Quemarlas me suena más sano o por lo menos, más poético.
Expulsar una imagen de un mundo al que perteneció. Rasgarla, martirizarla, dejar un cadaver de fotografía, con su papel especial y su brillo nada mate, con algún rostro quer observa desde el suelo, que reclama para sí un retorno al paraíso perdido.