martes, octubre 19, 2004

Historia de amor entre un título quevediano y yo

Me quedaron por decir muchas cosas. Necesito el tiempo para que las palabras no se me atolondren entre los dientes y los labios, y se pierdan al tun tun en el aire que se las lleva, sin ton ni son.
Extraño a mi Relox.
Mi relox no tiene números ordenados (de hecho, no tiene números at all, es de arena.) Pero a veces juega a ordenarse en un juego de la botellita en donde palabras se señalan y se besan. Y crecen. Y ahí es cuando vienen los excesos. Los excesos generadores de vida. Y yo que sigo con mis dejavuses que unen, hunden las letras del teclado. Tlap, tlap. Como mis zapatos. Como el placer de escuchar el sonido desparejo de mis zapatos. Clip tlop clip tlop clip tlop. Clip tlop en Uruguay. Clip tlop en Defensa. Clip tlop en mis oidos, mientras duermo en mi cama.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario