Mellow

Los domingos a la noche me encuentran últimamente con un humor particular. El domingo a la noche es el momento uqe tengo en la semana para amar. Amo en toda dirección: arriba, abajo, de costado y en diagonoal. Amo en pasado, en presente y en futuro. Con el corazón roto, con el corazón pleno, con el corazón incierto. Amo, y no me importa. Y no me sonrojo. Tanto, que quisiera repartir besitos en la frente, abrazos de doblecorazónlatiendo. Y soy más rosita que otros días a la semana. Será porque la pila de la Luz se carga el viernes, con suerte, el sábado. Y el domingo brilla en toda su intensidad. Y hasta a veces alcanza para lumbrar toda la semana.

Hay miles de comentarios que podría hacer respecto de esta canción y que no me los permito. Tampoco podría discernir entre los que querría y no querría compartir.
Así que va caminando sola hacia sus ojos. Ojalá que mientras la leen, algún chispazo rosa se dispare en su Luz. Si no, yo tengo de sobra.


Todo Se Transforma, Jorge Drexler

Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.