sábado, junio 03, 2006

No digas nada. No rompas mi silencio de soledad. No me importa si te hicieron descuento en el super, si el dvd no te funciona con colores o si vas a poner el agua para los fideos. No digas nada.
Hablame de la gravedad cero o de la inmortalidad del cangrejo. No emitas sonido, a menos que tengas algo muy inteligente o muy estúpido para decir. Liberemos a la cotidianeidad de palabras.
Te quiero mucho.

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