Venía caminando por Rivadavia escuchando Stayin´ Alive a todo volumen. Pongamos que estaba, como hoy, con el tapado setentoso de mi mamá, con unos pantalones apenas oxford y para completar el cuadro, algo con plataformas. Es imposible no caminar al ritmo de la música disco, cuando la hay.
Parace que en Caballito llovió (el poder de los barrios es mucho mayor que el que pensamos: cada barrio es un mundo). El suelo, por supuesto, mojado.
Pongamos por caso entonces, que camino con un glamour especial, elegante, como una reina, derramando encanto por doquier, cuando de pronto doy un paso en falso de suelas traicioneras y me pego un resbalón de padre y señor nuestro, que me deja de culo contra el piso.
En estas cosas pienso ucando camino por la calle y me empiezo a reir sola.
aja, fui testigo del mismo fenomeno, me tome el subte en caballito con lluvia (y se me mojaron los cuadernos) y me baje en congreso y el piso estaba seco.
ResponderBorrarcada barrio un mundo, capaz que en paternal cayo granizo...
Y enb Warnes siempre hace más calor... Ya lo decía yo acá mismo, por el año 2003...
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