Lector apacible y bucólico,
hombre de bien, discreto y sano,
tira este blog Saturniano
Pero si sabes contemplar, espantarte, los abismos,
lee y aprenderás a amar.
Alma que vas buscando abrigo
y sufres mis dolores mismos,
¡apiádate!... si no te maldigo.
(Baudelaire)
Lo veo difícil lo de los sapos... Quizá haya gente que ya se haya convertido en sapofílica, espero no especializarme en esa estirpe en particular. Por lo pronto, conozco personas sapifaciales. Un príncipe azul quizá sea más parecido a un pitufo, lo cual excede mis parámetros dwe elección... En primer lugar, por mi miopía. Son tan chiquitos...
Pajarita!!!! Tanta piedrita en el zapato y basurita en el ojo... Que ni le cuento.
Me dejás pensando, Kabir... Quizá suceda al revés. Quizá al besar a los príncipes éstos se convierten en sapos. (idea trillada, pero la pensé yo solita) Igual, no me gustaría pensar eso... Si con los Condes Amarillos se puede estar tan bien...
y el Ratón Perez... tampoco ( aunque se empeñen en demostrar lo contrario....)
ResponderBorrartiene razón tu amiga!
ResponderBorrares que no son príncipes ni azules
(sr. kabir: juaaaaaaaaaaa!!!)
Lo veo difícil lo de los sapos... Quizá haya gente que ya se haya convertido en sapofílica, espero no especializarme en esa estirpe en particular. Por lo pronto, conozco personas sapifaciales.
ResponderBorrarUn príncipe azul quizá sea más parecido a un pitufo, lo cual excede mis parámetros dwe elección... En primer lugar, por mi miopía. Son tan chiquitos...
Pajarita!!!! Tanta piedrita en el zapato y basurita en el ojo... Que ni le cuento.
Me dejás pensando, Kabir...
ResponderBorrarQuizá suceda al revés. Quizá al besar a los príncipes éstos se convierten en sapos. (idea trillada, pero la pensé yo solita)
Igual, no me gustaría pensar eso... Si con los Condes Amarillos se puede estar tan bien...