jueves, noviembre 29, 2007

Tiempos

No es novedad eso de que el tiempo depende de la percepción de cada uno. Que incluso dentro de uno, los mismos tiempos pueden ser relampaguísticos o chiclosos. (Por cierto, ayer pasé por el barrio chino y vi un té "para la ansiedad"... estuve a punto de comprarlo, pero era caro). De hecho, el domingo salieron un par de notas al respecto en la revista del Clarín.
Pero hay otro tema que es el de la puntualidad.
-Justo hoy que estoy llegando tarde se te dio por ser puntual-, me reclamó Cali hace un par de semanas.
A mí me cuesta ser puntual, por vueltera. Cuando llega el momento de salir, tengo uqe elegir entre llevar todas las cosas que necesito o llegar a horario. O salgo y me olvido de todo (hoy fue el celular, pero como casi ni lo uso..., nao faz mal), o agarro lo que necesito y llego un poquito más tarde (nunca mucho más tarde. 10-15 minutos es lo habitual) y nunca tengo todo lo que necesito, por supuesto.
A veces creo que si tuviera esa mano extra uqe pedí hace tiempo en este mismo espacio, podría llegar más temprano, dado uqe manotearía lo imprescindible que me encuentro en el camino.

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