miércoles, julio 30, 2008

Expiatorio

Lo quemó con el cigarrillo. No fue a propósito, pero el marido de su amiga le quemó el dedo con el cigarrillo. No fue porque su mujer y él se hubieran reído toda la noche, mientras el marido departía con el resto de la gente. Tampoco fue porque mientras se reían, se hacían propuestas indecentes en franco clima de camaradería, no. Ni siquiera la razón fue que cuando el marido contaba detalles íntimos, él ya los sabía. Fue un mero accidente. No se podía fumar, alguien empujó, el cigarro estaba prendido y le dejó una ampolla que le dura hasta el día de hoy.


2 comentarios:

  1. qué bueno Kairel!!!!
    me encantó el expiatorio!

    abraxo!

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  2. Yo quemé a alguien una vez con un cigarrillo, y yo no fumo...
    Mira vos, no?

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