domingo, agosto 17, 2008

Otra vez, domingo.

Y los domingos son míos. O nuestros, cuando decidimos con Pajarita exponer nuesta integridad física en pos de nuestra sibaritez de diarios y charla semanal, bruncheando en el bar de nuestro pintorescamente peligroso barrio. (La semana pasada estuvimos a punto de perecer en manos de un potencial sicario, al cual le facilitamos las coordenadas exactas para cometer su siguiente trabajo).
Pero el domingo está hecho a mi imagen y semejanza. Es el día en donde pierde el sentido el corpiño y otras formalidades. Hay disfraces, hay licencias y permiso para la portación de anteojos raros o no tener desodorante.
Tiene que haber café con leche, tiene que haber diario, tiene que haber última página de la revista C a manos de Carolina Balducci, o como fuere que se llame en realidad.
Hay también amanecer con "Lo pasado, pensado", oído con mayor o menor vigilia. Y luego, por supuesto el "Pronto, chi parla?", esa costumbre adquirida vaya a saber uno por qué, si yo toda la vida renegué del idioma italiano y en los últimos tiempos, Gino Renni me resignificó (Y Giancarlo Gianinni, claro está).
Quizá haya siesta. Y más que seguro, trabajo. El segundo trabajo. Aquél que -como me sucedía con algunas materias de la facultad- adoro, me llena de orgullo, pero me cuesta un domingo y la mitad de otro llevar a cabo. Entonces el domingo es siempre trasnochado.
El domingo es la apoteosis de la soledad. Es llevar a cabo todos los rituales que elijo, como desarrollar la habilidad de transportar los petates del desayuno en un solo viaje, sosteniendo -además de taza y plato- frascos de mermelada.
El domingo se me escapa entre los dedos con la suavidad de la arena, con el placer de enterrar la mano en la arena seca mientras escucho cómo rompen las olas, cualquier día de vacaciones.

9 comentarios:

  1. domingo no es feliz ni es lindo.
    quiero un mate, quiero una factura, en realidad unas media lunas, dos de grasa y dos de manteca. quiero un balcón. quiero el cielo despejado.
    insisto, quiero un mate.

    besos kairela, alguien me dijo que acá podía venir a pedir mis deseos.

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  2. Tu post me dió la exacta sensación de mis domingos.
    besos K con voz y voto

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  3. Oia!? qué lindo su domingo .... comparto algunas cosas y otras no .... a mi el domingo después de las 7 ... ya se me asemeja demasiado al lunes, vio?
    En fin, pero me encanta eso del segundo trabajo ... hace un tiempín que vengo pensando en eso ...
    Beso! (de martes, que decididamente es mejor que el lunes)

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  4. Bueno en algún aspecto para mi todos los días son domingo, digo como ser, la formalidad de usar corpiño, por ejemplo. Por lo demás pienso como sushi, los domingos son feos. Porque son casi lunes, tan asi, que para mi siempre hay latencia de lunes. Mire como será que hasta los domingos se me lunisaron!! No seré un selenita?!?
    beso!

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  5. la culpa de todo la tiene el sistema, jaja. onda quién dijo que había que empezar la semana en lunes? eh eh?

    igual yo lo decía por los domingos en lima, en invierno, y gris. en baires el cielo es hermoso y con sol. no importa el día.

    no a la lunización!

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  6. y este domingo se nos fue de las manos... pero el próximo... al despertar? porque los domingos a la tardecita, el bar de nuestro barrio peligroso, le colabora a la apoteósis de la soledad!

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  7. Sí, Sra. Mañana al despertar.

    Pero... Pobre Lunes! Esta sociedad (capitalista) ha demonizado la presencia de este día que es el lunar de la semana. Cuando en realidad, debería ser sólo un día más...
    Pero sin lugar a dudas, tiene que ver son trabajo necesarios y aburridos. Y por sobre todo, alejados de nuestras vocaciones.
    Sushita, ya me está idealizando el terruño? Igual, tengo la sensación de que esta ciudad es maravillosa, en algún lugar, allá afuera.

    Yo también quiero un balcón!!!!!
    Yo también quiero viajar y ver otros mares!!!

    Y si prueba usando corpiño el resto de los días, activista? Quizá el alambre de algunos de estos adminículos sea la antena con el ser superior que de lunes a viernes generan una pantalla tal, que el fin de semana unx entra en un sopor, el cual está más allá del bien y del mal.

    Daria, pero las siete de la tarde dominical, es una engaña pichanga. Porque todavía es Ud. dueña de su tiempo, como para hacer de su culto un mito.

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  8. Eso siempre y cuando use corpiño con aros. igualmente en casa puede ser divertido. Hasta es posible que a mi compañera le guste. Pero se imagina como lo pueden tomar en una obra con un mntón de rústicos albañiles trabajando alrededor???
    jajajjajjaa!!
    Salud!

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  9. no podría coincidir más, sobre todo con lo de la columna de la revista c. Esa chica balducci ha subid el nivel de mis aletargadas mañanas de domingo. Lo malo es que me hace comer facturas como loca, y ahora más con esa onda e queer ser gorda y vivir en los calchaquíes. Una genia. Lindìdimo el blog.

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