¡Lloren conmigo!

Con esta historia de amor de 8 minutos y fracción.

La bola de cristal de las preguntas

Quizás, llegado el momento, me preguntes en qué estaba pensando hace un rato o ahora. Creo que estaba pensando justamente en tu pregunta.

Olas que vienen, olas que van

Brasil es para mí un paréntesis, más que una vacación.

Es como si se abriera un mundo paralelo de vivencias y recuerdos que están ahí esperándome para actualizarse en cada nuevo viaje.

Vista desde el morro sur de Praia dos Ingleses. 

Y volver es como salir de esa suspensión brasileña para sumergirme en el mar ciudadano, laboral y productivo.

Eso no significa que Brasil, -mi Brasil- me aletargue. Para nada. Pero hay otro ritmo y otras prioridades que se modifican de acuerdo a lo lindo o feo que esté el día.

Después de amores y desamores por este pequeño lugar del mundo, vuelvo feliz y aún descubro cosas que valoro, como los carteles que invocan el respeto y la educación para una mejor convivencia: "Sea educado, no estacione aquí".

Comparto, entonces, un espacio de paz entre el mundanal ruido.

Olga.... ¡Ay, Olga!

Soy lo prohibido

Principio

Había una vez un señor que tenía una nariz de patata.

Todavía escucho la voz grave de Dean Martin cantando en italiano y se me caen las medias.Viene su!

El duelo por los bomberos de Barracas y la eterna centralización porteña.

Foto: larazon.com.ar

Es terrible el incendio de Barracas, la tragedia, los bomberos que murieron en una tarea tan noble y tan arriesgada. Cuando pasan estas cosas pienso en que no somos lo suficientemente agradecidos ni cuidadosos con la gente que nos cuida.

Y me da mucha bronca que debamos esperar a estos momentos dolorosos para reconocer el lugar que cumplen en nuestra sociedad. Por otro lado, también me da bronca que homenajeemos las tragedias que pasan en el AMBA, como si el resto no fuera lo suficientemente cercanas para conmovernos. ¿Por qué como sociedad somos tan egoístas que no miramos lo que le pasa al otro? ¿En qué momento dejamos de ser considerados, de ponernos en los zapatos del otro? Y sobre todo me pregunto, ¿qué debemos hacer para recuperar nuestra humanidad?

Una cosa a la vez: la incompatibilidad entre los teléfonos y las reuniones

Los egocéntricos se descubren en las reuniones cuando no despegan los ojos de la pantalla de su celular, creyéndose imprescindibles. Puedo mandar afuera a los que no prestan atención, como se hacía en el colegio? No digo que voy a decir una verdad revelada, pero si tenés cosas más importantes para hacer, ¡ni vengas! No quiero ser la razón que interrumpa tu inigualable presencia en otro lado.

De los años que pasaron

Está comprobado: en estos años que pasaron se me aplastó más el culo por estar tanto tiempo en esta silla. Es inevitable, otra de las cosas malas de trabajar en oficina.

Ayer leí unas notas sobre cómo escribir. Y la verdad es que no sé. No sé cómo hacerlo. Y lo más probable es que nadie lea esto Y hasta graciadió y todo!!!! Qué libertad me da escribir acá así, sin reglas. Me aburre que todo lo que se genera debería ser productivo y debería vender o ser consumido por mucha gente o... Y si no? Y si el disfrute va por otro lado?

Es verdad. No la soporto. Me esfuerzo me esfuerzo me esfuerzo. Me pongo en puntitas de pie y estiro los brazos todo lo que puedo. Y no puedo. No la soporto. Bueno, quizá exagero. No es para tanto. Pero no la soporto.

Y sí, por qué no. Quizá vuelva a escribir por acá y todo. Am I back?