importa cuál es la temperatura si yo tengo frío?

Necesito un par más de brazos, algunas otras manos y sus correspondientes dedos, para sostener las innumerables cosas que saturan en demasía la capacidad de mis escasas manos (y neuronas).

Plan Canje

Debería haber un plan canje de paraguas. Uno deja su paraguas ultrajado por algún predador natural del paraguas y consigue uno nuevo, más lejano -aún- de la palabra chatarra.
Como dijo Cortázar, un paraguas encontrado en un parque, no puede terminar sus días en un tacho de basura.

Más despedidas

Tiene los días contados un compañero leal que lleva conmigo alrededor de veinte años, siempre desde las sombras.
Asimétrico, tal vez por eso molesto, supo de forma incondicional acompañarme en mis empresas más gloriosas y desdichadas. Las más dulces victorias y los más salados escarceos.

Brindaremos a tu salud!

Cansancio

Debìa prestar mucha atención si quería que su pasaje al infierno fuera sin escalas. Era necesario llegar. No quería ya errar, caer, llorar, tener que explicar y verse en la obligación de resurgir de las cenizas glorioso cual ave fenix.
Quería que lo dejaran en paz. Tranquilo. Que no lo molestaran. No más preguntas. No más...


Bang bang, estás liquidado.

Garganta con arena

Después de hablar un rato el portugués, tenía que reacomodar mi garganta, mi paladar y mi boca para el idioma castellano. De hecho, me accedían dolores y calambres en lugares que no sabía que utilizaba para hablar.
Lo mismo me pasó hoy, cuando reestructuré mi sistema vocal para el tono de la queja. Ya había perdido la práctica. En portugués uno se queja de otra manera. Debe ser por el ruido del mar. La ciudad ayuda a desarrollar la modalidad oral quejosa.

Matutino

Soy el germen del bostezo dentro de la fauce del subte.

get back

Back in the USSR!!!!!!!!!!!!!!

Ex adiós mundo cruel

Ayer estaba por hacer un post de despedida, de Adios, mundo cruel, porque cuando quise abrir la puerta de mi apto tenía una tabla de bodyboard.
Pero es injusto. El último día tengo que echar mano de conocimientos prehistóricos adquiridos que ya no recuerdo y hacerme a la mar tan solo con ese pedazo de flota flota plano. Finalmente, desistí. Mirando el mar a lo lejos, percibiéndolo tan ajeno y solitario (o era yo?) me amilanesé. Me acobardé. No consigo hacer hoy lo que tendría que haber empezado hace más de 15 días, sólo porque no la descubrí antes, arrumbada contra una ínfima pared del ínfimo 20x.
Así uqe en este momento soy un falso intelectual, como bien describió una vez un proyectorista, de sombrero, barbita y anteojos, con cara de saber de qué se trató la película. Me voy a la playa, sí, pero con mi librito duramente adquirido en la UFSC (Univ Fed de Sta. Catarina, léase ufsqui) llamado "A mulher e o cinema".

I

, que comienza en el extremo superior umbilical y enarbola el escozor casi sin interrupciones hasta la zona media del esternón donde un poco más abajo, decenas de burbujitas colapsadas y en guardia esperan el momento de gritar toda su humedad. he ahí la i, cuyo punto final vendría a ser mi cabeza en un gesto plástico sin dudas macrocefálico para ese cuerpo de picor tan riquítico. Eso, claro, si dejamos de lado los múltiples ataques insectísicos, las cientos de lesiones, donde -reunidos alrededor- se juntaban dos o más mosquitos para sepultar sus bombillas afiladas y escupir a un lado esa flema irritante que ellos tienen.