martes, enero 22, 2008

...Y ese señor recostará la cabeza en el recuperado lecho conyugal, aparentemente tranquilo, creyendo que su memoria selectiva obvió la parte en la que él amaba a esa otra mujer. Un onírico sabor a paraíso perdido no lo dejará dormir en paz.

4 comentarios:

  1. aaaajjjjjaaa... toma puto !!!
    me sale el villerito de adentro...

    aunque en algun punto podrian encajar en mi estas palabras...

    ResponderBorrar
  2. No creo uqe sea mi caso.. creo que el mío es simplemente que me odia... No me quiere ver ni en figuritas.

    ResponderBorrar