Lector apacible y bucólico, hombre de bien, discreto y sano, tira este blog Saturniano Pero si sabes contemplar, espantarte, los abismos, lee y aprenderás a amar. Alma que vas buscando abrigo y sufres mis dolores mismos, ¡apiádate!... si no te maldigo. (Baudelaire)
lunes, junio 02, 2008
Estuve un buen rato de la tarde pensando en mis sueños, en lo raros que suelen ser y que en general lo que mas persiste en mi memoria es un recuerdo que tiene forma de color y de sensación. No importa cuán oscura era la cabaña de un sueño o qué gélido el paisaje… Un color, una luz y una sensación desde las tripas que quedan asociados; dispuestos a recrearse en cualquier vestigio diurno de esos colores. Y así como así recordé aquel sueño. Te acordás? Hablábamos una noche por teléfono y yo te conté que había soñado con nosotros, con que me tapabas, me escondías bajo las sabanas. Y vos te reíste mucho! Te reíste de mi i de mis locos sueños. Y me dijiste que hacía mucho que no te reías tanto… Y mira vos, che, como son las cosas que al final vos terminaste escondiéndome, tapándome con las frazadas de tu frio glacial, como la más escalofriante de las metáforas… Juepucha! Habré heredado los sueños predictivos de mis abuelas brujas?
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