lunes, junio 22, 2009

Qué sensación extraña la de ser llevada. La silla de ruedas me tenía de espaldas a la acción. Finalmente me estacionaron frente a radiología.
-Vos no te preocupés que yo voy a quedarme por acá-, me dijo el camillero-chofer.
Así me queé a la deriva, con muchas miradas clavadas en la nuca "esta porque está tullidita se cree que puede pasar primero?"
Ahora éramos dos, una viejita con chofer propio y yo.
Lo mejor fue cuando el chofer-nieto de la viejita nos miró a las dos y dijo,
-Listos, preparadas...ya!

4 comentarios:

  1. Gueníiiiiiiiiiiisimo!
    Carrera de lisidiatas!

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  2. En el país de las sillas de ruedas, el que anda en muletas es Rey-ngo! ¿!?...
    El post es ficción... Espero.

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  3. Li! sia! dita! Li! sia! dita!


    Ehhhh... No, Activista, en este caso, el post no es ficción...

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  4. q le pasó K?
    baila mañana?
    mire que voy

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