domingo, agosto 31, 2008

viernes, agosto 29, 2008

Post N° 1000

"El relox de arena"


¿Qué tienes que contar, relox molesto,
en un soplo de vida desdichada
que se pasa tan presto;
en un camino que es una jornada
breve y estrecha de éste al otro polo,
siendo jornada que es un paso solo?
Que si son mis trabajos y mis penas,
no alcanzaras allá, si capaz vaso
fueses de las arenas,
en donde el alto mar detiene el paso.
Deja pasar las horas sin sentirlas,
que no quiero medirlas,
ni uqe me notifiques de esa suerte
los términos forzosos de la muerte.
No me hagas más guerra,
déjame y nombre de piadosa cobra,
que harto tiempo me sobra
para dormir debajo de la tierra.

Pero si acaso por oficio tienes
el contarme la vida, presto descansarás, que los cuidados
mal condicionados
que alimenta lloroso
el corazón cuitado y lastimoso,
y la llama atrevida
que amor ¡triste de mí!, arde en mis venas
(menos de sangre que de fuego llenas),
no sólo me apresura
la muerte, pero abrévieme el camino;
pues con pie doloroso,
mísero peregrino,
doy cercos a la negra sepultura.
Bien sé que soy aliento fugitivo;
Ya sé, ya temo, ya espero
que he de ser polvo, como tú, si muero;
y que soy vidrio, como tú, si vivo.

(Francisco de Quevedo)


Gracias a todos todos todos los que han pasado por aquí, a quienes estuvieron en más o menos de estos años.
A los lectores viejos, a los nuevos, a los lenguaraces y a los silentes. A los que se compartieron conmigo y me dejaron compartirme.
A los ojos que han recibido todas estas letras.

Feliz cumplepost a Relox!!!! (Mh..., por otros mil posts? Ah, y no voy a hacer fiesta de 1000 posts, porque no soy flogger. Pero hubiera estado bueno)

jueves, agosto 28, 2008

Si alguien te regala un yoghurt Activia... es una forma sutil de decirte "Andá a cagar!"?

Física

Los subtes se dividen entre los puntuales y los impuntuales. Los impuntuales son los que no tienen nada que perder y se arrojan en auténtico desafío de esa ley que dice que "dos cuerpos no pueden ocupar exactamente el mismo espacio". Aparentemente a los impuntuales, les* importa poco y nada la física.
Sí, sí, Sra. No insista. Aunque intente compactarme contra la puerta, así de anchas son mis caderas. Yo le agradezco su preocupación, pero así son.
No, Sra. No tiene que ver con "buena voluntad", es una cuestión de que no cabemos más. Y sí, yo también paso por esto todos los días. Qué bien, Sra. Que Ud. es pequeñita y pudo ubicarse entre mi tobillo derecho y mi codo izquierdo.
Qué bueno! Metrovías podría organizar un torneo de Twister. Seríamos potencia olímpica. Yo me anotaría.
Y qué peor que cuando ya han podido con una, descubrir que aunque la mayoría de la gente ha bajado –en ese ultraje final- en la estación de la combinación –antes de que suba el malón proveniente de la otra línea- me encuentro apretando a la gente de motu proprio, ya como si el aire ejerciera la inercia que me obliga a empujar.


*Pertenezco al grupo de los impuntuales, pero llegado el caso, para qué voy a luchar contra el espacio tiempo si total ya llego tarde.

miércoles, agosto 27, 2008

Flores y bombones (puede uqe esto también lo haya escrito ya)

Cada vez que por la calle veo un Sr. con flores en la mano, creo uqe él piensa que se mandó una cagada por la que él cree que se tiene que disculpar con alguna mujer.
Una Granca.

(Los chocolates, déjenlos acá)

martes, agosto 26, 2008

Sep tiem bre






Es el viento de tormenta que me corre el pelo de la cara y la tibieza que se empieza a sentir: el sol de de la mañana o el vestigio vespertino. Es el mes de la primavera que se acerca impostergable. No puedo dejar para mañana ser septiembre hoy. Viene mi florecimiento, ese año que me viene pisando los talones. Es una trompeta que sobla un aire denso y espeso. Es un mar, uqe no está. Es la tristeza de saberse y de saber. Es la aceptación metafísica. La trascendencia. El brillo del día a día. La opacidad de cada momento (yo no era así).
Y una copa.
Y una canción.

domingo, agosto 24, 2008

Corolario a un dos posts atrás

{Cuánto más tiempo paso en mi casa e irremediablemente oigo las conversaciones de los otros cohabitantes, me doy cuenta de que lavidafamiliar y lavidadepareja están llenas de discusiones, peleas y frustraciones.{


Una vergüenza!!! Lo posteado aquí hasta hace un momento, ya fue publicado aquí mismo, hace tres años...


Soy reiterativa soy reiterativa soy reiterativa. Qué le vamo´ a hacer!!!???

sábado, agosto 23, 2008

Leit motiv (Garantía para Séptima)

Claro... Tiene razón. Lo vemos en la vidriera y nos parece lindo. Después lo tenemos en casa y el osito sólo sirve para acumular mugre.

Y no es eso lo uqe queremos. (aunque... suavecito como alfombra de piel...)

jueves, agosto 21, 2008

Bruja de cabotaje

Se me había pegado una frase: "A rey muerto, rey puesto". No podía sacármela del paladar y así fue cómo me enteré que había renunciado Alberto Fernández. Pero no, no era por eso. Era algo más que no me dejaba pensar.

Por supuesto que a los pocos días, me olvidé.

Ahora todo tiene sentido. El rey ha muerto. Larga vida al rey!
En cambio, ahora el dolor se agarra de la boca del est[omago, pero no lo suficiente como para enviarme al mar de las lágrimas en cualquier momento, en cualquier lugar. Siempre siempre siempre todo pasa en los medios de transporte, en los lugares de transición que no son ni aquí ni allá. En los que -supongo- yo no soy esta ni soy aquella. Una melodía, una iglesia con escalinatas en una esquina, una declaración de amor a la que no pude corresponder (qué turra la forma en la que el "todo vuelve" llega... Los dioses... el humor negro... ya se ha dicho...), un gesto ya visto antes, adrián otero, una faringitis que me déja vu lnerable, una inestabilidad física, laboral, emocional, afectiva. Cualquiera puede ser el disparador.
Y ahí empieza a doler. Despacio, no sea cosa que... Es increíble cómo el dolor y la tristeza se manifiestan físicamente.
Y después se pasa, queda latente. Porque la teoría dice que no vale la pena, que no hay enojo ni dolor ni lástima que merezca. Incluso cuando me pregunto cuánto fue irreal y cuánto fue verdad. Y si lo uqe no fue, habría sido tan bueno. (Ser tratada como un perro sarnoso y desconocido... no está bueno). Y aunque asuma que todo (excepto esto último) fue elegido. A tientas y con un lazarillo ciego.
Y sin embargo el muy turro se agazapa ahí como si fuera consistente, como si se tratara de algo más que pura ausencia, vacío.
Entre María Jiménez y María Jiménez, la radio pitonisa del bondi, adivina y promete "todo vuelve a mí una vez más... te aliviará una vez más".

Bueno, basta.

domingo, agosto 17, 2008

Otra vez, domingo.

Y los domingos son míos. O nuestros, cuando decidimos con Pajarita exponer nuesta integridad física en pos de nuestra sibaritez de diarios y charla semanal, bruncheando en el bar de nuestro pintorescamente peligroso barrio. (La semana pasada estuvimos a punto de perecer en manos de un potencial sicario, al cual le facilitamos las coordenadas exactas para cometer su siguiente trabajo).
Pero el domingo está hecho a mi imagen y semejanza. Es el día en donde pierde el sentido el corpiño y otras formalidades. Hay disfraces, hay licencias y permiso para la portación de anteojos raros o no tener desodorante.
Tiene que haber café con leche, tiene que haber diario, tiene que haber última página de la revista C a manos de Carolina Balducci, o como fuere que se llame en realidad.
Hay también amanecer con "Lo pasado, pensado", oído con mayor o menor vigilia. Y luego, por supuesto el "Pronto, chi parla?", esa costumbre adquirida vaya a saber uno por qué, si yo toda la vida renegué del idioma italiano y en los últimos tiempos, Gino Renni me resignificó (Y Giancarlo Gianinni, claro está).
Quizá haya siesta. Y más que seguro, trabajo. El segundo trabajo. Aquél que -como me sucedía con algunas materias de la facultad- adoro, me llena de orgullo, pero me cuesta un domingo y la mitad de otro llevar a cabo. Entonces el domingo es siempre trasnochado.
El domingo es la apoteosis de la soledad. Es llevar a cabo todos los rituales que elijo, como desarrollar la habilidad de transportar los petates del desayuno en un solo viaje, sosteniendo -además de taza y plato- frascos de mermelada.
El domingo se me escapa entre los dedos con la suavidad de la arena, con el placer de enterrar la mano en la arena seca mientras escucho cómo rompen las olas, cualquier día de vacaciones.

domingo, agosto 03, 2008

Bailás?

boomp3.com
El lunes, es iraní.
El martes, español.
El miércoles, checo.
El jueves, holandés.
El viermes, brasileño.
El sábado, francés.
El domingo, sin lugar a dudas, es el día italiano por antonomasia.
A Estevez le gusta dormir la siesta en casa ajena. No hay cosa que adore más que la inviten a comer algún sábado o domingo. Entonces, después de comer, del postre y el café, ella pide permiso, pregunta si se puede tirar un ratito (media hora, no mucho más). Generalmente la gente acepta el pedido. Si fue invitada a comer, no deberían tener mucho problema. Estevez se deja conducir hacia los aposentos de la casa y una vez que la dejan sola, comienza su festín. Se sienta sobre la cama anfitriona -no importa que sea en la habitación de huéspedes-, la prueba, evalúa la resistencia del colchón, verifica si no hay partes hundidas o declives.
Las almohadas requieren su especial atención. No sólo las hay bajitas o pomposas. Las hay duras o blanditas, perfumadas u olorosas, irregulares o consecuentes, de guata, de fibra de vidrio, de gomaespuma; de plumas, por suerte, nunca le tocó.
Pero el súmum es cometer la osadía completa e invernal de abrir la cama, de sentir las sábanas, el roce de la tela, el peso de las frazadas. Estevez conquista el terreno de sábanas lisas y acomodadas y les va dando su forma. Y nada de quedarse hecha un bollito cerca de la almohada. Cuando lo hace, lo hace bien: se estira hasta el horizonte, en donde los tejidos, la cama y el colchón se unen. Testea la calidad midiendo la temperatura que alcanzan sus pies en los primeros cinco minutos; se fija en cuán tirantes están las cobijas, prueba cómo es dormir con la cabeza tapada. Los olores, los sonidos, el espacio, la cantidad de luz. Generalmente, imagina si esa cama se usa todas las noches o forma parte del mobiliario virgen de las casa: esos espacios que no se transitan, que están ahí sólo para ser vistos. Imagina también quién duerme ahí y se deja acomodar con los gestos y posiciones del dueño original.
Estevez es una especialista de la siesta. Le encanta ser salteadora de camas.