lunes, mayo 30, 2005

Mala

Hoy estuve mala.
-Estás mala hoy!-, me dijo el Sr. de seguridad del Citi, que me da caramelos.
-Bueh!-, me dijo el Sr. cajero del Nación (otra vez el bueh! otra vez el bueh! No voy a soportarlo mucho más!!!), cuando declaré que la isla desierta alejada del mundanal ruido no me alcanzaba.

Hoy estuve mala. Andando por la zona tribunalicia con la sonrisa maliciosa en la cara. Mala y juntando maldad y bronca.
Mala y tonta, por enganchadona y debilucha. Mala y cabrona. Aunque más cabrona que mala. Siempre primero sulfurita.

Tiempo

Nunca entendí bien eso de hacer tiempo. Que el tiempo no estaba hecho? No estaba guardado en mi relojcucaracha-aceitunazul? No. El tiempo se hace una y otra vez. Pero cada vez que tengo que hacerlo... Supongamos que tenga una hora en mi haber. Hora que tengo que rellenar como de bollitos de papel crèpe de jardín. De repente, la actividad para la cual me estoy preparando pasa a un segundo plano, las actividades prácticas consumen mi interés y captan toda mi atención. Entonces ya no estoy haciendo tiempo, sino que estoy perdiendo el tiempo. Dónde lo perdí? Es como si el exceso de bollitos de papel que quedan fuera del la hoja "hora", restaran los ya ingresados. Como un más menos = menos. Y no me puedo guardar esos bollitos extra para algún otro momento? No. A la basura. Pero es mío! Yo lo hice... No! Lo perdí, porque la actividad última seguramente ya está comenzada, el agua, hervida, la tarta quemada... El tiempo no se perdió, sino uqe yo me perdí del tiempo. Como cuando entro a bañarme y paso a un estado fuera del espacio y del tiempo. Pero esa es otra historia.

-... Y es por eso, señorita, que llegué tarde!

jueves, mayo 26, 2005

A brillar mi amor

-No, tendría que tener un poco más de cabeza... Aunque... El rabillo del ojo es de él, y la barba... Sí, sí!!!!! Es él. Pero si me paro ahora es pararme sólo para saludarlo, para hablarle. Ni lo registre! A la chica, sí, por el pantalón. En realidad le registré la joggineta. Pero a él ni lo vi. Me conviene más esperar hasta tener que levantarme... Sí, es él! Qué loco! Qué alegría! Aunque seguro uqe me trata con guantes de goma, como la otra vez. Qué alegría para mí. Y ya se de antemano cómo me va a tratar. Ma´! Metete el gato en el culo! Ufa... Quizás no... quizás... Y si no lo saludo? Y si me voy y bajo por adelante para que me vea y se pregunte si era yo y... Soy una pelotuda! Si no soy de esos embrollos (bueno, al menos en este caso). En qué lío me puedo meter: primer novio, salimos tres años y medio, mi única relación seria preexistente... Vamos! Que algún buen recuerdo todavía tengo! O por lo menos, el respeto por lo comienzos a dúo. Justo, hace una semana pensaba en esa relación con la gente que fue importante alguna vez. Enojo, tristeza, rabia, saudade, cariño, ternura quizás... hasta que un buen día regrabás ese cassette que te había grabado ocn tanto cariño, porque te parece una boludez! Qué lindo saborear este momento... Yo te veo y vos no me ves. qué te parece?! Yo la estoy pasando bárbaro! Pero es en serio uqe estoy muy contenta de verlo!
Le toco el hombro. Se justifica semejante salto? No importa, la calle está tan peligrosa hoy en día...
-Hola!!! (con mi forma cariñosa de decir hola después de dos años de no verte)
-Hola- (zas! se está calzando los guantes) -Carola, mi mujer.- señala a la mujer de joggineta- Flavia..., bueh!
Sí, dijo bueh! no digo que sea fácil una presentación. Pero a)ya somos grandes b)pasó muuuuuuuuuuuuuucho tiempo y c)no me gusta mucho la idea de ser un bueh!
-Cómo estás?
-Bien, acabando de llegar de luna de miel.-
-Qué lindo!!!!!!!! (no sólo soy una lady, sino uqe además lo siento de verdad)
-...- ... silencio silencio silencio... - Y la facultad?
-Mhhh... con una materia a la que todavía le doy vueltas. Y vos?

Y así hubo un poco más de yadda yadda de lo más aséptico. Casi con doble par de guantes tocó sobrinos y afortunadamente para él, llegó mi stop.

-Me alegro mucho de verte! (mi sinceridad nunca fue a la conferencia "mentira blanca", y encima es muy atolondrada)
-Sí (y no podría determinar si acto seguido tuvo una harcada o qué)

Me fui hacia la puerta de atrás sintiéndome una reina. Tan lejos de eso. Libre. Hay cosas en las que no puedo mentir, y cuando realmente estoy contenta de ver a alguien, la sonrisa se me ajusta en los cachetes y los ojitos se me enchiquitizan. Era más yo que lo habitual. Porque no tenía la necesidad de ser otra persona. Hasta con un rostro agradable en la manga, que le quitaba al nombre los restos de trivial y siniestro.
Y con el sombrero ladeado de compadrita, al mejor estilo 2004, brillando my light on the road.

lunes, mayo 23, 2005

modas

Y tewngo modas diferentes. O rachas. Ahora estoy teniendo la racha del Chupelatín.
Aún disfruto lamer con fruición los ojitos para dilucidar si el chocolate pupilar está pintado u bien incrustado en el globo blanco ocular.

miércoles, mayo 11, 2005

Salí en clip tlop bajando por el Uruguay. Tenía uno de mis días y el cansancio había quedado fuera de juego, por caduco.
No la vi llegar, de repente, tenía un brazo aferrado a mi brazo que me instaba a cambiar mi camino, a alejarme de mi río seguro y sumergirme en turbias aguas de jazz. Crucé, imposible resistirme. Corrientes rejuveneció cincuenta años.
Él me guiñó el ojo y lo primero que hice fue corroborar que el botón y el ojal de mi camisa estuvieran abrazados el uno al otro. Entonces, así, vestida, me entregué al roce de su saxo, que violentamente me había entrado por la raíz sacudiéndome en millones de particular vibrantes. Por eso no era raro que la música me acariciara la piel. Suave, despacio, erizándome pelo a pelo. Con movimientos envolventes y de adentro hacia afuera.
Y la boca se me llenó de besos que se acumulaban y se agolpaban sobre mi lengua impidiéndome -por suerte- pensar en palabras.
Era todo olfato y gusto y tacto y oído.
Y yo era como París, con la boca roja, henchida de placer, transpirando jazz y vida y muerte y sobre todo exceso.
Un sacudón, un cinco que se acercaba bufando desde algún submundo y que me llevó al aterrizaje forzoso.

El germen de venus

Es la nada. La nadita misma. Arriba y adelante. Hasta que algo se ilumina. Un vestigio de blanco se envuelve sobre sí mismo para recordarme que hay algo más allá de la inmensidad. No sé qué, pero algo.
Una quietud humana de muerte. Mi respiración me aturde así como la oscuridad que irrumpe en gritos que se repiten por toda la eternidad.
Debería venir acá y escribir. Sólo escribir. Ni siquiera hablar con los conocidos (es una pérdida de palabras y de entonación). El resto, entregárselo a los dedos.
I must go now. Mi cama y mis ventanas abiertas me esperan ansiosas.
No me explico uqé hace una silla sobre el tacho de basura. Se me ocurren mil ideas de las que no puedo hilar ni un solo huso.
El fuego del mármol, en cambio, me encandila; golpeteay yo deseo un baño caliente sin tener que resignar la ropa puesta ni el calor ya ganado.
Vengo pensando uqe la oscuridad no es lo contrario de la luz. Es tan sólo una variante. Porque ella también es vasta, plena y entera. Ella también encandila. Es el vacío, en cambio, la ausencia. Una de esas tantas cosas que no podemos nombrar. El vacío, la vacuidad.

03/04/05

BR 05

Antes de empezar con esto, vale una pequeña introducción.
Este debería haber nacido mail. El cual nunca fue enviado al Sr. Roger W. Me lo te nos debemos. Pero del deber con gusto (que es el que no pica).

Son palabras suyas que desperezaron estas mías.
Y hoy finalmente le saqué tiempo al tiempo (porque me quedé pensando y me parece que sí tengo tiempo)
Tiene más de un mes y las palabras están llenas de arena y maresía.
Sin más
.

Ella me mira por el inventado espejo retrovisro buscando en mì alguna reacción. O si me quedé dormida. Yo, en cambio, hago todo lo posible en no entrar en su mundo, o más aún, en no salirme del mío de contemplación bloggeriana, como me gusta decir. Entonces estoy en plena comunión con el morro, que ahora se recorta en vivo y en directo sobre a canvas sky, que la luna a pesar de las nubes, se empeña en engrisar. Esa oscuridad fantástica desde donde la veo y atemorizante desde donde quisiera estar. Pero ella me mira, me cita. Hace conjeturas sobre mí y los remedios y la salud. Me mira como me miró expectante cuando dijo "Estamos en Brasil", y yo un tanto incómoda seguí en mi tren espaciotemporal que hacía que tres años (que para mí fueron dos) se disolvieraan y caducaran en una extraña sensación de continuidad. Finalmente, era lo mismo. Y mis fantasías desaparecían de cuajo y reafirmaban mi sensación ajena.No soy de aquí ni soy de allá. Pero cuando estoy aquí quisiera estar allá, como el poema de Pessoa. Y ahora me llueve sobre el morro oscuro y peludo de vegetación. Somos uno en una relación que no admite escondrijo para nada más. Somos la contemplación bloggeriana, el morro y yo. Me sumerjo en la cotidianeidad de la infancia y los años vividos. Y quizá primero debería encontrar mi lugar en este antiguo lugar, primero ajeno, luego propio y al final otra vez ajeno.
Continúo inmutable mirando el cielo y las nubes regordetas que expulsan agua fina de sus entrañas gaseosas. Ella levanta resignada el guardasol vouyerista y yo alimento mi silencio introspectivo de los viajes en auto, rumiando estas palabras. Tratando de descansar y mantenerme lejos de las novedades, del hotel, del ruido...
Me da mucha ternura la gente uqe deja mensajes en el contestador con formato de carta. En especial porque dicen su nombre al final con entonación de firma. De todas formas ¿cómo se le habla a un contestador?

lunes, mayo 09, 2005

"Yo sé que no me quieres porque no me estás mirando"

Es cierto. Acabo de ser influenciada. Se supone que no vale. Pero sí. Es mío y lo quiero para siempre. Porque tardé tanto en elegirlo y disfrutarlo. Quisiera tener esa pasión en toda mi vida, como ellos. Por ahora me conformo con un ratito.
Ayer, fui a ver bailar a Claudio Arias y Fabiana Pouso, en el tablao "Cantares", junto a los Venlucía en la música.
Me morí en lágrimas, en alegría, en cachondeo, en jarana, en aires flamencos que la caja y los tacones cortaban a ritmos descontrolados.
Terminé cansada. Cansadísima de mirarlos, de degustarlos.
Y tan llena de vida...

miércoles, mayo 04, 2005

capas de pasado

Los días como el de hoy, que comienzan con la noche y amanece mientras me traslado, sumado al hallazgo de un boleto del día 22/08/03 a las 16 hs., encontrado entre medio de la Guía "T", que me introdujo en cuestiones tales como ¿adónde iba? O mejor, ¿de dónde venía? Porque el colectivo 135 para cerca de mi casa, pero no me lleva hacia ningun lugar que yo frecuente.
Qué habré estado haciendo por esos días para abordar ese colectivo? Cuándo hicimos la peli? en 2003.
Empezamos con los planos del auto por Lugones, con un permiso casi cocinado (de hecho al final conseguimos escolta y todo)
Esperábamos a la vuelta de la estación de servicio que está frente a Rivar. Ahí armamos nuestro bunker con Catering y baños, gentilmente prestados. Los bolsos y los equipos fueron diseminados por momentos en el mismo local, por momentos, bajo el alero de un grage que estaba cruzando la calle.
Cuando llegamos todavía era de noche (como todos esos días) y yo aún no encendía mi primer cigarrillo (unos Camel de paquete siempre, pero siempre hurtados), generalmente en ayunas o con un café pesado y pastoso que se había llevado gran parte de mi vitalidad.
El día transcurriría como los siguientes fines de semana. Me la pasaría anotando cosas, comparando planillas, tachando planos ya hecho, haciéndole el aguante a las personas que no tenían que trabajar en ese preciso momento, a la mamá del niño estrella (que por esta altura ya debe tener pelos en las piernas) para que no se aburriera, ni se cansara. Uno hace relaciones que en principio son parte del trabajo, y que luego de un par de meses tiene que suspender abruptamente, porque eran de trabajo)
No consigo recordar qué hicimos después de esas escenas. Creo que siguieron otros planos en el auto, esta ven por Udaondo, pero se desistió porque la luz ya no era la misma.
Seguro que corrí, sin dudas estuve haciendo compras urgente de último momento (rollos de fotos para hacer foto fija). En cine las previsiones nunca alcanzan para evitarle a una el heart attack cada media hora por reloj.
Después, seguramente me encargué de liberar a parte del equipo, de terminar empezar a preparar las citaciones del día siguiente y luego, casi con certeza , las cabezas de equipo y yo (que en teoía no pinchaba ni cortaba, pero tenía un rol fundacional de suma importancia). fuimos a casa del director a ver cómo habían salido las imágenes del día. Planearíamos la siguiente jornada, reacomodaríamos lo planos que había que rehacer porque finalmente no hubo continuidad de luz, insistiríamos (apoyando la moción del asistente de dirección) la necesidad de tener por la noche cerrados el plan de rodaje, las plantas, el guión técnico y demás para las dos jornadas siguientes (aprovechando el feriado del 17). Evaluaríamos el equipo y replantearíamos presencias.
Luego iríamos a devolver el equipo (tratando siempre, por pedido expreso, de conseguir que la productora y el DF se quedaran solos. Con suerte, él se autoinvitaría a dormir.)
Los fines de semana laborales y las semanas agitadas porquenuncallegamos transcurrieron así por un lapso de casi tres meses.
Tres meses de mi vida.